• El equipo de Claudio Grossman terminó pidiendo a los jueces de la Corte de La Haya que rechacen la demanda marítima boliviana
Las resoluciones aprobadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) que declara de interés regional resolver el tema marítimo no crea ninguna obligación de negociar y no habla de litigio, además que los gobiernos chilenos después de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-89) usaron mero lenguaje diplomático para entenderse con Bolivia son los argumentos que presentaron los abogados del equipo de Chile, ayer, en su última jornada de alegatos.
La abogada argentina, Mónica Pinto, afirmó que los compromisos ante la OEA para resolver el enclaustramiento forzado de Bolivia, no crea ninguna obligación de negociar y no habla de litigio, por tanto, son sólo recomendaciones.
“El texto de las resoluciones de la Asamblea General no utiliza la palabra obligación, solo habla de un interés regional, insta a los estados afectados a iniciar un diálogo, o decide exhortar a Bolivia y Chile a que inicien un acercamiento, no hay nada que señale que hay una obligación, se trata solo de resoluciones políticas”, puntualizó en su exposición.
Asimismo, afirmó que Chile no votó a favor ni aceptó esas resoluciones como legítimas, menos como obligatorias, por lo que consideró que no pueden establecer una obligación jurídica.
Días antes, la jurista del equipo boliviano, Emy Sander, expuso las 11 resoluciones de la OEA, principal organismo hemisférico adherido por Chile y Bolivia en sus nacientes, en 1948, a favor de la reintegración marítima boliviana entre 1980 y 1999.
“En 1980 (la OEA) se refería al hecho de que era de interés permanente y que se halle una solución equitativa, Se insta a iniciar un diálogo para hallar una solución satisfactoria. En 1981, con argumentos similares. En 1983 recomendó que iniciará un proceso de acercamiento para resolver las dificultades e, incluso, una fórmula para dar una salida al océano Pacífico. Esta última fue iniciada en noviembre de 1983, cuando cada palabra fue objeto de debates antes de la presentación”, argumentó Sander.
A contramano, la jurista del equipo chileno afirmó que las resoluciones de la OEA sólo hablan de “un problema y no de un litigio” y consideró que esos “vacíos” hacen que se utilice un “artificio” en la demanda boliviana.
“No se trata de jugar con las palabras”, mucho menos en una Corte, refrendó y agregó que “las resoluciones de la Asamblea son políticas y no constituyen una obligación jurídica”.
SÓLO DIPLOMACIA
En tanto, el abogado de Chile, Ben Juratowitch, alegó a su turno que los gobiernos chilenos después de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-89) usaron mero lenguaje diplomático para entenderse con Bolivia, con lo que descalificó el encuentro de Algarve, Portugal, en 2000 y, más aún, la Agenda de los 13 puntos que acordada por los presidentes Michelle Bachelet y Evo Morales en 2006.
“Chile recuperó su democracia en 1889 y los gobiernos democráticos que le sucedieron desde entonces, 29 años a la fecha, 7 incluidos los dobletes de Bachelet (2006 y 2010 y 2014-18) y Sebastián Piñera (2010-2014 y el que corre curso), fundaron otra época, principalmente en lo que refiere el relacionamiento con la cuestión marítima de Bolivia”, dijo el letrado en un intento por separar las aguas entre la dictadura y la democracia chilenas desde principios de los “70 a la fecha”.
Desde Patricio Aylwin, Eduardo Frey Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Bachelet y Piñera, los gobiernos de Chile “resolvieron no insistir en su pasado y privilegiar las relaciones de futuro para su país”, subrayó.
Juratowitch intentó convencer a los 15 magistrados de la CIJ que los actos de Estado del dictador Augusto Pinochet, que gobernó el país trasandino durante 18 años de manera absoluta, no entrañan legalidad y que la historia diplomática válida es aquella que sucede a la restauración de la democracia.
QUE RECHACE
Finalmente el abogado estadounidense, Harold Hongju Koh, cerró la ronda de alegatos de Chile, con un pedido de que ese alto tribunal rechace el pedido boliviano de negociar una salida soberana al Pacífico.
Tras dos días en que los abogados internacionales que defienden a Chile en la CIJ afirmaron que Chile no tiene ninguna obligación de otorgar una salida al mar a Bolivia e insistieron hasta el agotamiento que no existe un tema pendiente, porque todo está resuelto en el Tratado de 1904, Koh dijo que todas las conversaciones sobre el tema fueron en el marco diplomático, que no genera ninguna obligación posterior.
“Por todo esto, Chile pide a la Corte que rechace la solicitud de Bolivia”, concluyó el jurista internacional.
Consideró un error pensar que una conversación diplomática genere obligaciones ulteriores porque aseguró que esa práctica pondría en riesgo las normas de la diplomacia internacional y afirmó Bolivia convirtió cada fragmento de las conversaciones diplomáticas en compromisos y obligaciones.
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