Teniente René Cristhian Rojas Durán
La seguridad ciudadana es la sensación que siente el ciudadano en relación con su propia seguridad personal, familiar o de la comunidad en la que vive, y parte de esta es la seguridad vial, que es el conjunto de acciones y mecanismos que garantizan una buena circulación del tránsito, mediante la utilización de conocimientos (leyes, reglamentos y disposiciones) y normas de conducta, bien sea como peatón, pasajero o conductor, a fin de usar correctamente la vía pública, previniendo los accidentes de tránsito.
Sin embargo, lo que más debe preocuparnos, de acuerdo con las estadísticas relacionadas con los hechos de tránsito, en comparación con la morbimortalidad (enfermedades causantes de la muerte en determinadas poblaciones, espacios y tiempos), son las causas de mortalidad por “accidentes de tránsito”, en los caminos y carreteras provinciales, interdepartamentales e internacionales, incluyendo además las vías urbanas, los cuales se deben, fundamentalmente, a fallas humanas, tanto de conductores del transporte público como del privado.
Por tanto, todos debemos extremar esfuerzos para lograr una “cultura de seguridad vial”, cuyos protagonistas sean los elementos humanos del tránsito, vale decir: el conductor, el peatón y el pasajero, y de forma imprescindible el policía, como elemento fundamental para reducir los factores de inseguridad en las vías.
Mencionemos algunos factores que contribuyen a la inseguridad vial en las vías rurales y urbanas:
• Los propietarios y conductores de vehículos motorizados no se preocupan de forma adecuada por las condiciones mecánicas de sus vehículos. Luego alegan como pretexto que el accidente fue por “fallas mecánicas”.
• No respetar y acatar las señales reglamentarias de tránsito, fundamentalmente conducir con exceso de velocidad. Esto es conducir de manera ofensiva, constituyéndose en un peligro para los demás.
• No utilizar el cinturón de seguridad. Más aun sabiendo que este instrumento reduce las posibilidades de muerte o de lesiones.
• Conducir en estado de ebriedad. Es el factor que provoca el mayor índice de accidentes de tránsito fatales.
• Conducir el vehículo con la mano o las manos ocupadas en otros asuntos: celulares, radios, cigarrillos, etc. Son causas comunes de accidentes de tránsito, pues es raro el conductor que acepta este tipo de error al conducir.
• Conducir sin estar lúcido y descansado adecuadamente, más aún cuando se trata de distancias considerables a recorrer. La fatiga y el sueño son causas directas de accidentes.
• Rebasar a otro vehículo donde no hay suficiente espacio y visibilidad para realizar esta maniobra. Son los accidentes más trágicos por choques frontales.
Habrá otros factores que nos llevan a la inseguridad en las vías, sin embargo con tomar en cuenta y acatar adecuadamente los mencionados, se puede reducir los hechos de tránsito, adoptando conductas y actitudes positivas, lo que técnicamente se denomina: “conducción a la defensiva”. Esto es sencillamente conducir el vehículo respetando las normas de tránsito, atento(a) a cualquier factor o riesgo que pueda ser causa directa, mediata o inmediata de un hecho de tránsito, comúnmente llamado accidente.
“La Seguridad Vial es una responsabilidad compartida entre el conductor, el peatón, el pasajero y el policía”.
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