En un mensaje de profundo contenido espiritual, oportuno en esta Semana Santa, que publicó la Legión de la Buena Voluntad, en su revista con motivo de la conmemoración de sus 30 años en Bolivia, destaca que el destino de ser mujer y la dimensión universal del amor fraterno fueron temas que convergieron y fueron recordados en las Naciones Unidas, en la 60a sesión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, sigla en inglés), realizada del 14 al 24 de marzo de 2017, en Nueva York/Estados Unidos.
Bien se dice que la mayoría de las veces está en las manos del sexo femenino la responsabilidad de cuidar a niños, ancianos y enfermos; y que de su trabajo y su renta dependen la educación, la salud y el bienestar de sus familiares. Empoderar, pues, a esa natural activista de los derechos humanos es tarea urgente para el advenimiento de una Sociedad Solidaria Altruista Ecuménica, que exige el espíritu de la real caridad, con base en la experiencia de décadas de trabajo en la LBV, enfatiza su líder, José de Paiva Netto.
Este misionero señala: “En septiembre de 2013, la Organización de las Naciones Unidas lanzó la conmemoración anual del Día Internacional de la Beneficencia. La LBV participó y disertó sobre la fuerza de la caridad plena para el cumplimiento de la agenda internacional de desarrollo sostenible. En español, caridad rima con amistad. Y no sólo por la fonética, ya que su acción está intrínsecamente vinculada al gesto cordial de esclarecer y amparar a los menos instruidos”.
Paiva Netto dice: “En la nueva edición de Ciudadanía do Espírito (Ciudadanía del Espíritu), dedico un capítulo al significado del término Caridad, a partir de conceptos que desarrollé desde la década de 1960, invitando al lector a reflexionar sobre esa herramienta imprescindible para ajustar los mecanismos de una sociedad aún hoy regida por el individualismo, sea en el ámbito particular o colectivo. Dicho individualismo lleva a muchas personas a la indiferencia, a la sequedad de alma, es decir, a la ausencia de la solidaridad, fraternidad, generosidad, en las relaciones humanas y sociales.
La caridad no es un sentimiento de tontos, es una estrategia de Dios que establece en los corazones la condición ideal para que se trabaje, gobierne, gestione, administre, predique, ejerza la ciencia, elabore la filosofía y se viva la religión, con espíritu de generosidad. Cuando hay amor fraterno, incontrastable empeño y consagrada capacidad, que se desarrolla con trabajo y dedicación -desde fijar un simple clavo en la madera (¡crea su propio valor!)- no existen límites para crear un mundo mejor. Realizar el bien voluntariamente es una de las más bellas páginas de amor que el ser humano puede escribir.
La caridad, aliada a la justicia, es el combustible de toda profunda transformación. Su acción es sutil, pero eficaz. La “caridad es Dios”, inequívocamente entendida como Amor, y no como venganza. La inhumanidad genera deshumanización. En resumen, ahí está la explicación del estado actual del planeta. Pero con la riqueza de nuestro espíritu, podemos edificar un mañana más apreciable. No obstante, ninguna reforma será duradera si no hay caridad actuando en el alma. La caridad es el centro de gravedad de la conciencia política, social, filosófica, científica, religiosa, de modo que si el ser humano no la comprende, deberá esforzarse por entenderla con el fin de que perdure en su propia intimidad personal. No hay cielo más auspicioso que el corazón, cuando es iluminado por las fuerzas del bien.
La caridad es el divino sentimiento que nos mantiene vivos. En toda nuestra existencia, sobre todo en los momentos de dolor, en vez de lamentarnos, no nos olvidemos de ella y practiquémosla con devoción; se trata de un gran medicamento para el alma. La caridad es la prueba del poder del Espíritu para construir prometedoras épocas a los ciudadanos de todo el planeta. No hay mayor inspiración para la buena política que ella. ¡¿Absurdo?! El tiempo mostrará que no. Además, ya lo está mostrando. De lo contrario, continuaremos asistiendo, horrorizados, a la negación del derecho a la libertad, vida, salud, estudio, empleo y felicidad de multitudes que sólo cometieron la osadía de nacer”. Éste es, pues, un mensaje de fe y esperanza.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |