El papa Francisco al conmemorar ayer la Pasión de Cristo, instó a los jóvenes a ir “contracorriente” y les pidió “salvar el amor humano” de la “deriva trágica” de la “posesión”.
Asimismo, tildó de “vergüenza” que la actual generación “deje a los jóvenes un mundo fracturado por las divisiones y las guerras”, durante su oración en la celebración del Vía Crucis frente al Coliseo de Roma.
El Pontífice, como es tradición, acudió ante el Anfiteatro Flavio e invocó a Jesús de Nazaret: “Nuestra mirada está dirigida a ti, llena de vergüenza, arrepentimiento y esperanza”, proclamó ante cientos de fieles que le escuchaban en recogimiento.
“Vergüenza porque nuestras generaciones están dejando a los jóvenes un mundo fracturado por las divisiones y las guerras; un mundo devorado por el egoísmo donde los jóvenes, los débiles, los enfermos y los ancianos son marginados”, denunció.