Actitudes diferentes en Perú y Bolivia

La renuncia del expresidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, solo es un detonante en América Latina, donde los presidentes y gobernantes de muchos países son denunciados, mayormente por sobornos de Odebrecht, una gigante empresa constructora brasileña.

Sin duda, en el caso peruano hay que destacar la hidalguía de renunciar de Kuczynski, abriendo el camino a una investigación liberada de las influencias que se pudiera ejercer ante la Justicia desde el poder. Gestos de hidalguía como el de Kuczynski no los conocemos ni por asomo en nuestro país. Más bien lo corriente de nuestras autoridades es aferrarse al cargo, aunque su inconducta esté clarísima. Se ve que tenemos mucho que aprender. El exmandatario al renunciar dejó constancia de que no lo asume por cargos en su gestión y que hace dejación debido a los audios y videos difundidos por las redes, alrededor de supuestos sobornos a legisladores, desde luego, imputación difícil de probar y que se presta a diversas manipulaciones.

De todos modos, los cargos que se le atribuyen están referidos a posibles transferencias de dinero a empresas vinculadas a él. La más evidente parece ser una operación por un millón de dólares, aunque se investiga otras por mayores montos. Kuczynski fue también ministro en la administración de Alejandro Toledo. La compra de favores para la adjudicación de obras en altas esferas de los gobiernos en la vecina República, mancha a los expresidentes Alan García (libre), Ollanta Humala (con presidio de 18 años) por recepción de dineros para su campaña presidencial y Alejandro Toledo, pronto a ser exiliado de Estados Unidos, por unánime petición gubernamental. Hay que notar que con excepción de García y Kuczynski, Humala y Toledo tienen orientación izquierdista.

No se puede dejar de calificar la radical diferencia entre la Justicias peruana y la de casa. Son 4 ex presidentes y otras tantas primeras damas sometidas a juicio, sin que les hubiera valido algo su pasada jerarquía política. Resalta la selectividad con la cual actúan nuestros fiscales y la Justicia. Entre nosotros sólo contamos al sentenciado Gral. García Meza, exdictador. Las coimas de Odebrecht transcurren entre el 2006 al 2015, lapso cubierto por un solo mandatario en nuestro caso. A dichos procesos en el Perú se suman los de varios exministros de las distintas gestiones indicadas.

Se asegura que las investigaciones judiciales lideradas por el Brasil con repercusiones en el resto por casos de Odebrecht se hallan recién en su inicio, en segunda y tercera etapa seguirán las empresas OAS y Andrade Gutiérrez, ambas trabajaron en Bolivia, y veremos qué novedades surgen y a quiénes implican. Hay evidencias de que entre las naciones comprometidas en este tipo de affaires brilla -como no puede ser de otra manera- Venezuela. La campaña presidencial de Hugo Chávez en 2012, la financió Odebrecht y el monto fue percibido por Nicolás Maduro, entonces Canciller. La denuncia cursa en el Supremo Tribunal de Justicia venezolano.