Escobar vuelve a Lambaré como símbolo del Tigre

El volante atigrado Pablo Escobar está en casa, en Lambaré. El experimentado jugador llegó a Asunción para disputar el juego con Libertad, por la Copa Libertadores de América. El “10” comenzó a recordar los momentos de su infancia en Lambaré junto con su familia, los comienzo, etc.

Escobar disfruta actualmente su carrera futbolística cerca de finalizarla, solo piensa en jugar cada partido como si fuera el último. “Otro gran desafío internacional que es hermoso de jugarlo, obviamente para mi es especial porque es el país donde nací. De aquí, de Lambaré, a 10 minutos es donde crecí, donde me criaron y tuve mi infancia, venir a esta zona era muy complicado para mí y hoy estoy concentrando en el hotel que en mi niñez nunca pensé que iba a pisar porque estaba lejos de mi nivel social”, contó Escobar al referirse del hotel Yacht Golf Club, donde esta hospedado The Strongest.

La familia es el pilar más importante de Escobar; hoy tendrá a sus hijos, a sus padres juntos apoyándolo en el juego con Libertad, por el grupo 2, de la Copa Libertadores.

“Mi padre es el que me inculcó todo el tiempo el fútbol, me llevó a mi primer entrenamiento y siempre confió ciegamente en mí, incluso cuando en algún momento decidí dejar de jugar fútbol. Me tocó estar en distintos lugares y siempre quedan dos cosas: siempre traté de aprender y sacar provecho donde estaba, en algunos lugares futbolísticamente y en otros aprendí cosas de la vida y sobre el sacrifico, creo yo que en todo momento dejé buena imagen. Acá se han conjugado tres cosas muy lindas: el país donde nací, venir a representar al país que me adoptó y defender a mi equipo”, dijo Escobar.

No hay duda que el capitán atigrado está en casa y lo disfruta cada minuto. “Mucho tereré, el clima exige acá que estemos hidratados todo el tiempo y en Paraguay es un clásico ver a la gente con el tereré. A la gente de Bolivia le invito a venir y conocer a Paraguay, es una hermosa tierra, y simplemente le digo muchas gracias”, finalizó.

Adrián Zalles