114 años de servicio al país

Una vocación constante, a través de 114 años, con el propósito de amar y servir a Bolivia, hizo que EL DIARIO, fundado por el Dr. José Carrasco Torrico el 5 de abril de 1904, se haya convertido en parte fundamental de nuestra historia, porque el tiempo transcurrido es testigo de la vida nacional, de las vicisitudes por las que atravesó el país y, mucho más, del amor y constancia de muchas generaciones que jamás claudicaron en el propósito de amar, servir y lograr el desarrollo de la nación. Son 114 años en los que EL DIARIO contribuyó a que rija en el país una trilogía: Libertad, Justicia y Democracia, sintetizados en la defensa de la libertad de prensa que, en la historia de la humanidad, es el espíritu y coraje de los pueblos.

EL DIARIO, como parte de su vocación constructiva, apoyó esa síntesis de principios que han echado raíces en el corazón y espíritu de los bolivianos: amor y defensa de las libertades como fundamentos de la vida digna de los pueblos. Justicia, para que todos tengan acceso y libre ejercicio de sus derechos amparados por esa justicia y su responsable y correcta administración. Democracia, el mejor sistema de vida de los países y de los hombres, porque solamente en democracia es posible el respeto a los derechos humanos, el goce de libertades y una administración límpida, honesta y responsable del país con institucionalidad y cumplimiento de la Constitución Política del Estado y las leyes.

Dificultades ha habido para que esta trilogía de bienes morales, cívicos y fundamentos de vida, sean realidad permanente, aunque muchas veces las libertades han sido conculcadas por gobiernos dictatoriales y, en casos extremos, también por gobiernos legales que creyeron más en el derecho de la fuerza que en la fuerza del Derecho, que es también la vigencia de la libertad de expresión que se traduce a través de la libertad de prensa.

La Justicia es un fundamento de vida que no siempre alcanzó situaciones de plena vigencia, porque muchos regímenes creyeron que podía y debía ser manejada conforme a intereses y conveniencias que no siempre eran del país. Y la consecuencia fue que la justicia se convierta en instrumento y aliada de regímenes contrarios al bien común.

La Libertad es bien supremo que, con su vigencia permanente, permite que rijan la justicia y la democracia, porque pueblos sin libertad no pueden aspirar al goce de ningún beneficio digno del ser humano y de los pueblos, en los que, se supone, tienen que tener vigencia las normas de amor, respeto y primacía de las leyes. La libertad es, pues, básica para el imperio de la paz, unidad y armonía en el país, bienes que no tienen que ser amenazados por discordias y enfrentamientos. Esos bienes permiten la libertad de prensa, que es medio para la libre expresión, que es derecho de todo hombre.

EL DIARIO es, pues, en 114 años, paladín de esos bienes y los defendió contra todo tipo de atentados y peligros; buscó que tengan permanente vigencia como medios de vida del pueblo, como instrumentos del desarrollo, como sistemas para el progreso de la nación, que sean sustento y razón de vida de generaciones. Entre esos propósitos, EL DIARIO, en 114 años, fue firme defensor de los derechos que tenemos a la reintegración marítima y son sus páginas testigos de todo lo que se dijo y ha defendido sobre el derecho de volver al mar.

EL DIARIO, fiel a su tradición y a sus principios, seguirá, infatigable y sin claudicación alguna, en la misma línea.