Llamadas realizadas desde la cárcel
La División de Delitos Económicos y Financieros de la Fuerza Anticrimen (Felcc), durante el primer trimestre de este año, registró seis casos de estafa, vía telefónica, perpetrados por reclusos de diferentes recintos penitenciarios, según informó el investigador Ricardo Vargas.
“El registro llegaba a 20 denuncias pero las personas abandonaron sus procesos por diferentes razones, entre ellas la falta de tiempo la resignación de perder el dinero que les fue timado” explicó Vargas. La autoridad policial refirió que tras un estudio técnico científico, los investigadores lograron ubicar el origen de las llamadas que las víctimas recibieron al momento de la estafa.
Este rastrillaje determinó que esas señales telefónicas salieron de diferentes recintos penitenciarios. En la mayoría de los casos las radio bases indicaron que procedían de la cárcel de Palmasola. Víctimas oscila desde Bs 1000 hasta Bs 5000 que fueron pagados a servicios de billeteras móviles o servicios de transacción rápida.
MODUS OPERANDI
Los delincuentes registran la línea telefónica a nombre de terceros o nombres inexistentes (ficticios), quienes además crean identidades y perfiles falsos de WhatsApp y de Facebook. La víctima recibe una llamada, supuestamente, de un familiar que vive en el extranjero y tras establecer comunicación con ella los antisociales convencen a las personas que existen problemas de comunicación y les piden instaurar contacto vía WhatsApp o través de mensajes de texto.
Ahí les mencionan que sus maletas fueron retenidas en algún aeropuerto, principalmente de Santa Cruz y que es necesario recoger esos equipajes que contienen objetos de valor y montos de dinero.
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