El input y el output

Todo lo que los periodistas dicen, escriben y muestran tiene (inevitablemente) un toque personal. No necesariamente interesado… sino un acento propio, reflejo de su cultura, su forma de ser, su educación y su postura en torno a lo que informa o comenta.

Desde las escuelas de periodismo tradicionales se pregona, se recuerda, se instruye que todo periodista debe ser “objetivo” en la hora de informar. Sin embargo, no somos objetos, somos sujetos. Por lo tanto, todo lo que comuniquemos tendrá (inevitablemente) cierta subjetividad.

Esta subjetividad puede ser inconsciente, manifiesta, disimulada, encubierta… pero nunca está ausente. En la hora de redactar una noticia o información, cada palabra que se selecciona, cada término que se prioriza por encima de otro es un síntoma de subjetivismo.

Lo propio pasa en el tratamiento audiovisual de las informaciones, la selección de imágenes, la edición de audios, la elección de ciertas declaraciones de un personaje público, son una muestra de la permanente y sutil subjetividad.

El “input” (información de entrada) puede ser objetivo o subjetivo (depende de dónde provenga), pero el “output” (información de salida) casi siempre es subjetivo.

La realidad que sirve de “input” es transformada por el periodista que refleja esa realidad, luego es transmitida, exteriorizada en una noticia que podemos llamar el “output”.

La realidad es una sola, pero cada persona la ve desde su perspectiva, desde su contexto, desde su lugar. Y dependiendo de dónde y cómo está la persona (en este caso el periodista), la realidad tendrá una diferente valoración subjetiva. No es lo que vemos, es cómo lo vemos.

(*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación. (Facebook: Xperticia)