Los ciclistas y la seguridad vial

La bicicleta es un medio de transporte muy eficaz para desplazamientos de cortas distancias, por lo que es necesario definir el espacio de circulación en nuestras vías.

Es muy distinto transitar en bicicleta por ciudad y por carreteras interurbanas y de hecho hay obligaciones y recomendaciones que todos los ciclistas deben considerar, independientemente de la superficie de uso.

Las bicicletas no pueden circular por las aceras, ya que son consideradas un vehículo más y por lo tanto los ciclistas deben respetar la normativa de tráfico vehicular, a menos que sea específicamente habilitada para tal efecto.

Como regla genérica, los ciclistas deben transitar por la parte derecha de la vía y lo más próximo posible del borde de la calzada.

Las cifras de ciclistas víctimas de accidentes de tránsito han aumentado de manera cuantiosa en los últimos años. Pese a que se trate de un conjunto minoritario, es sin discusión, el más vulnerable, por lo que los conductores deben observar la normativa y mantener una adecuada educación en materia de seguridad vial -semáforos, señales de “pare”, ceda el paso, pasos de peatones, dirección de la vía y otros-.

Para una óptima conducción, el ciclista debe tener una correcta postura sobre el velocípedo. Es fundamental que el tamaño de la bicicleta sea adecuada para la estatura del ciclista –ajustada a las medidas antropométricas- y que el conductor pueda apoyar los pies sobre el suelo sin dificultad.

Si se conduce en la oscuridad, el alumbrado es vital y los ciclistas deben llevar consigo una prenda reflectante cuando circulen por vías urbanas e interurbanas, con el objetivo de que los conductores y peatones puedan diferenciarlos a una distancia prudente.

Con referencia a la bicicleta, deberá portar obligatoriamente un sistema de luz apropiado, tanto en la parte delantera con un alumbrado de color blanco y en la parte trasera una luz de color rojo y si es posible añadir “ojos de gato” de color amarillo en los radios de las ruedas y en cada pedal.

Se deberá tomar en cuenta también el equipo de seguridad. El uso del casco de protección es obligatorio para todos los ciclistas, el mismo que por seguridad debe tener una homologación, es decir debe ser reconocida y permitida para su uso, esto en caso de producirse un accidente o una caída intempestiva de la bicicleta.

Entre las restricciones, podemos mencionar que los ciclistas tienen prohibido conducir y emplear auriculares conectados a equipos de sonido, así como el uso del teléfono celular.

Además de no conducir bajo influencias del alcohol y/o sustancias controladas, porque un accidente de tránsito bajo esas condiciones podría ocasionarle la pérdida de vida.

Para iniciar la marcha, el ciclista debe cerciorarse de que no se aproximen otros vehículos, orientando la vista hacia atrás o evidenciar que se encuentran suficientemente lejos o a una distancia razonable para hacer cualquier maniobra, debiendo ser obligatorio señalizar la actividad.

Para efectuar un adelantamiento deberá señalizar con antelación, haciendo uso de las luces direccionales respectivas y verificar la existencia del espacio suficiente para la maniobra y no ponga en riesgo ni obstaculice a quienes circulan en sentido contrario, debiendo además considerar la distancia lateral con el vehículo al que se adelanta, que deberá ser de 1 metro con 50 centímetros.

Finalmente, cuando circule en una ciudad, se deberá hacerlo lo más próximo posible a la derecha de la vía. Si se circula en grupo se podrá transitar en columna de a dos, como máximo.

En caso de haber escasa visibilidad o el tránsito se complique, por medidas de seguridad se circulará en línea, de uno en uno.