Gobierno aumentó salario mínimo de 61 a 292 dólares

La empresa privada del país calculó que entre 2005 y 2017 los trabajadores del país se beneficiaron con “un explosivo aumento al salario mínimo nacional, pasó de nada menos que de 61 a 292 dólares, que representa un incremento porcentual de casi 379 por ciento, lo que no tiene precedentes en la reciente historia económica de Bolivia.

Advirtió el sector empresarial, en un documento publicado este fin de semana, que “la situación ha cambiado, porque desde 2014 y por cuarto año consecutivo la economía nacional sufre una desaceleración continuada, por una fuerte caída de las exportaciones y la contracción de la demanda interna, traducida en un alto déficit fiscal y en otros desequilibrios comerciales, fiscales, monetarios y financieros, todo lo cual que ponen en riesgo la estabilidad macroeconómica”.

Según el documento, lo descrito debe ser el nuevo escenario económico, en el cual debe enmarcarse la discusión de los ajustes salariales del presente año.

En esa misma dirección, el expresidente del Banco Central, Lic. Armando Méndez, sostuvo ayer, en entrevista concedida a EL DIARIO, que los aumentos salariales aplicados por el Gobierno en los últimos años fue mayor a la inflación y a la productividad, en lo que se refiere al incremento salarial del 10% al salario básico y 15 por ciento al salario mínimo, como pretende la dirigencia de la Central Obrera Boliviana COB.

Ante esa realidad adversa para la economía nacional, Méndez sugirió que el Gobierno sea muy cuidadoso con el aumento salarial para la presente gestión.

Recordó que, en los últimos años, el salario mínimo nacional subió de 400 a 2.000 bolivianos, lo que significa que hubo un incremento de 500 por ciento, es decir, cinco veces más, y la productividad de la economía no ha subido, señaló Méndez.

BRECHA

“El salario ha estado muy por encima de la productividad de la economía, de continuar con esta tendencia es simplemente desincentivar la creación de empleo e incentivar la informalidad, por tanto no permitir que la actividad privada crezca y, por lógica consecuencia, no demande mano de obra”, enfatizó.

El pasado fin de semana, la Cámara Nacional de Comercio (CNC), mediante una separata publicitaria, expuso los argumentos para que no se registre un aumento salarial desmesurado, al indicar que el alza está por encima de la inflación, la relación de productividad y aumento salarial y el porcentaje del salario mínimo nacional con relación al Producto Interno Bruto (PIB).

La productividad, en relación a los países de la región, es muy baja, se encuentra por debajo del promedio internacional; sin embargo, los incrementos salariales han estado por encima de este indicador, lo que preocupa a la empresa nacional.

Méndez observó también que el empleo público creció mucho, que no es lo ideal y, por lo tanto, hay que ser muy cuidadoso este año en el aumento salarial, ya que de no ser cautos se podría crear dificultades para la actividad económica, empezando por encarecer el costo de la canasta familiar.

Junto a esas dificultades, estará la presión inflacionaria, que siempre es negativa para la economía nacional, debido a que la productividad, lo cual se debería a que ésta no está subiendo, más bien en varios sectores laborales se observa que confrontan el decrecimiento.

COCHABAMBA

Al respecto, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba, Javier Bellot, en conferencia de prensa, alertó que el incremento que discuten Gobierno y trabajadores, no debía pasar del 3,5%, de acuerdo a los cálculos de la inflación y del Producto Interno Bruto (PIB).

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que en 2015 cuatro de 10 personas tenían empleo, mientras que en 2016 la cifra bajó a tres, y la proyección para la presente gestión señala que sólo dos contarían con un trabajo estable.

“El constante incremento de salarios, más las distintas normativas de los gobiernos en torno al empleo, han deteriorado la empleabilidad”, afirmó Bellot, aparte de señalar que hay que utilizar otros mecanismos para el incremento salarial.

Recordó que en los últimos 10 años el salario mínimo representó un porcentaje del 90%, mientras que el básico alcanzó al 300%, lo que dejó un escenario complicado para la estabilidad macroeconómica y laboral.