Desde hace varios años, en forma periódica se produce en el país un candente debate entre los trabajadores y el gobierno en torno a la cuestión salarial y, a medida que pasa el tiempo, el asunto se hace cada vez más difícil de solucionar, con el resultado final de que los asalariados terminan más perjudicados que antes de emprender la lucha por su mejora del nivel de vida. En esa forma, se trata de un tema de nunca acabar.
En efecto, ese resultado se debe a que el gobierno carece de política salarial adecuada a la realidad nacional. Y es que la desproporcionada alza de salarios, en particular el mínimo nacional, la crisis económica permanente por menores ingresos de origen externo, inflación, elevación del costo de vida, desorden laboral y otros aspectos hacen que el salario vaya a la zaga del valor de las fuerzas del trabajo y a que disminuya el nivel del salario real, vale decir lo contrario de lo que demandan los asalariados.
Causa lógica de esos factores es la irregular política salarial que caracteriza al Ministerio de Trabajo, la misma que, en vez de beneficiar a los trabajadores, les causa daños irreparables, pues deben volver a pedir lo que antes empezaron a reclamar. En efecto, por ejemplo, debido a esa actitud indefinida, los desproporcionados aumentos salariales de años pasados (excepto para una burocracia insensible y satisfecha) más bien provocaron desempleo, caída de la calidad de vida, de las fuerzas productivas, etc., en vez de mejorar el bienestar de la clase obrera en general. Es más, en forma concreta, el desempleo urbano aumentó, del año 2014 que era del 3,5 por ciento, al 4,9 por ciento el año 2016, hecho que confirma que más bien existe una política antiobrera que perjudica a todo el país.
Como fruto de esa carencia de política salarial, inclusive son afectados los trabajadores del sector estatal, ya que, a la par que en el sector privado, disminuyó su cantidad en años recientes, según el INE. Además, mientras se confirman esos datos, la población del país cae en el abismo del desempleo, aumenta su pobreza y debe dedicarse al angustioso sistema de vida de los trabajadores eventuales, más informalidad, comercio hormiga, contrabando… Esa irracional carencia de política salarial destruye las fuentes de empleo de manera irreversible.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |