El arte debe mejorar la vida de las personas

A continuación viene el mejor ejemplo: 2 de abril de 2018, Kim Jong Un, acompañado de su esposa, la bella Ri Sol Ju, asistió a un concierto inusual, el líder se mostró profundamente conmovido por la ópera ofrecida por artistas de la vecina Corea del Sur. ¿Cita inusual? Evidentemente. Y todo después que ambas Coreas se encuentren técnicamente en guerra por un conflicto suscitado entre 1950 y 1953 y que los mantuviera separados, con disposición expresa, donde es un delito consumir la cultura popular de Corea del Sur.

El absurdo quedó atrás cuando el líder Kim Jong Un lloró al escuchar una obra de su propia cultura, interpretada por artistas de Corea del Sur; consecuentemente, preguntó sobre las canciones y letras y subrayó que las dos Coreas deberían realizar representaciones culturales conjuntas con mayor frecuencia. Así y de este modo concreto llega la primavera deseada para los pueblos coreanos, que ya marcharon bajo una misma bandera unificada y tienen reuniones previstas para el 25 de abril del presente año.

Poco importan los premios, los reconocimientos públicos, las críticas, las representaciones en el extranjero; aún más, es necesario tener la convicción y el coraje de ser músico; consiguientemente, no debemos sentirnos subestimados por todos los otros artistas admirados que nos preceden.

En Cochabamba, los componentes de la Coral Mozartino evocan su voluntad de trabajo, desplegado ampliamente mediante rituales y sus propios métodos, siendo por ello consciente del rol que desempeña dentro de la confianza que necesita Bolivia; todo permite pensar cómo el artista realiza interpretaciones serias de la realidad social

Lo primero y con responsabilidad es la ópera “La primavera que llega: un estilo de vida basado en la ley”, a estrenarse el martes 24 de abril de 2018 en el Club Social de Cochabamba. Sin disponer de mayores medios, menos recursos económicos o un estudio con llave en mano, la Fundación Coral Mozartino trabaja de manera consecutiva en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (calle Paccieri esquina Antezana), sin ser molestada por nadie y después de varios años está completamente unificada, en torno a la creatividad. De este modo, desenvolverse dentro el marco definido por la Constitución y el orden legal boliviano abriga la esperanza de que dentro de la política boliviana, existen movimientos dirigidos hacia una verdadera reconciliación.