Argentina demanda gas adicional a contratos

Es un hecho que la época de invierno implicará mayor consumo de gas por parte de la Argentina y que el gas que importa tanto de Bolivia como de otros proveedores, no le alcance. Esta situación habría determinado que pida a Bolivia superar, en un millón de metros cúbicos diarios, las ventas señaladas en los contratos. El caso es motivo de preocupación para el gobierno porque, que se sepa, hasta ahora no se cumple con los volúmenes comprometidos mediante contrato y que pesa sobre nuestro país el hecho de que “gas no vendido deberá ser reemplazado con importación de otros proveedores y que Bolivia pagará las facturas respectivas, además del 15% por daños y perjuicios” (ED 31/3/18).

La pregunta es difícil de responder: ¿Qué podrá hacerse ante dicho pedido si la producción nuestra es, más o menos, de 54 millones de metros cúbicos; de ese total, 30 millones (m3d) debe venderse al Brasil, 20 millones (m3d) a la Argentina; esto implicaría que para el consumo interno queden nada más que 4 millones de m3d, cuando el consumo ya llega a los 14 millones m3d?

Hacer compromisos que no pueden cumplirse dejan mal parado al gobierno; comprometer posibles aumentos (un millón más para la Argentina) tampoco corresponde. Estar a la espera de certificaciones sobre las posibles reservas, es algo que debe dejarnos muy seriamente afectados. La información da cuenta de una parte del contrato existente: “De acuerdo con el anexo D del contrato de compra-venta el 2017 para el período de verano YPFB debería garantizar a Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) un máximo de 20,3 millones de metros cúbicos diarios de gas mientras que Argentina está obligada a comprar y/o pagar por 20,3 millones”.

Ante una situación tan compleja, surgen los interrogantes: ¿Qué hará YPFB si Argentina exige el cumplimiento del contrato más la compra adicional de un millón de metros cúbicos de gas? ¿Qué previsiones se ha tomado ante esa eventualidad de comprometer ventas y no contar con la producción debida? ¿En qué queda la situación con el Brasil, que seguramente exigirá cumplimiento de contratos? ¿Cuáles son las posibilidades inmediatas de conseguir más gas de Campo Margarita, San Alberto y otros, conjuntamente Incahuasi? ¿Qué medidas preventivas se ha tomado para, en último caso, comprar gas fuera del país y cubrir con ello los compromisos con Argentina? Hay, pues, muchos interrogantes sobre el problema; pero mientras los directivos de la empresa del petróleo no actúen con la verdad y transparencia necesarias, será difícil colegir cuál puede ser el futuro.

Es preciso entender lo que muchas veces se ha sostenido: YPFB debe actuar con la verdad, que refleje las realidades y no supuestos y datos fantasiosos que, al final de cuentas, solo nos acarrean incredibilidad y desprestigio.