Es preocupante cómo el gobierno posterga, casi indefinidamente, la aprobación de la nueva Ley de Hidrocarburos. Ya en el año 2016, al concluir el IV Congreso Internacional de Gas & Petróleo, el Ministro de Hidrocarburos anunció que el “gobierno preveía tener la nueva Ley de Hidrocarburos para finales de esa gestión porque ya estaba avanzada en un 90%”. Posteriormente, en diciembre de ese mismo año, el mismo ministro ante la Asamblea Legislativa anunció que dicha Ley se presentaría en “los primeros meses de 2017”. Así, de anuncio en anuncio se pospone casi indefinidamente la aprobación y entrega de una norma sumamente importante.
Es, pues, extraña la actitud de YPFB, cuyo principal ejecutivo no se amilana para hacer anuncios que de ciertos nada tienen. Anunciar la nueva Ley de Hidrocarburos y no cumplir es, simplemente, falta de responsabilidad y seriedad en las promesas del gobierno y ello deja mal parado al país porque tanto las empresas extranjeras que trabajan en este rubro de la economía como los posibles inversionistas en el exterior, no saben a qué atenerse; no pueden colegir cuándo será definitivamente el día en que se tenga ese documento que, se dice, tenía un avance del 90% el año 2016, aunque el resto, 10%, no ha sido concluido en tanto tiempo.
El problema es grave, si se tiene en cuenta que todo el rubro de hidrocarburos, con inclusión de nuevos contratos con el extranjero, conjuntamente las empresas foráneas que trabajan en el país, dependería mucho tanto del trabajo que realizan actualmente, como de futuras inversiones que pudiesen hacer, después de saber cuál es el contenido de dicha ley. Parecería que tanto el respectivo Ministerio de Hidrocarburos como el presidente de YPFB ignoran si realmente existe un texto de esa ley; no saben si fue consensuada con entidades que tienen que ver con la explotación de gas; si se ha tomado en cuenta factores que aseguren futuras ventas al exterior y el consumo interno esté absolutamente garantizado.
Sería interesante que, haciendo acopio siquiera de muy poca sinceridad, se informe al país y no se siga extendiendo columnas de humo y de misterio sobre algo que interesa al propio gobierno y al pueblo en general. Las publicaciones (ED 2/3/18) son claras en relación con las largas “esperas que hay sobre la norma de hidrocarburos” que, según parece, tiende a no ser presentada. Qué pasa en el gobierno y en el mismo YPFB que ignoran que anuncios de tal naturaleza deben ser muy serios, por tratarse de un asunto muy delicado. ¿No puede ser concluida dicha ley? ¿Es que no se ha hecho estudios al respecto? Si el país carece de técnicos especializados en su empresa que explota el gas, ¿por qué no se recurre a especialistas extranjeros?
Los cuatros departamentos productores exigen que la nueva Ley contenga informes sobre: “si la ley fue elaborada con participación de las regiones productoras de gas; además que regirán normas como la consulta y participación, compensación, exploración en áreas protegidas, contratos petroleros, ampliación de contratos, incentivos. Asimismo las responsabilidades de YPFB como operador y de la Agencia Nacional de Hidrocarburos como fiscalizador”. El caso de esta nueva ley debe ser definido en el menor plazo; pues es urgente saber qué es lo que pasa y si realmente existe la intención de cambiar las anteriores reglas de juego.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |