Nuestras secretarias

El pasado 26 de abril se celebró el Día de la Secretaria, esta fecha fue establecida en el año 1952, cuando la Asociación Internacional de Profesionales Administrativos acordó festejarlas. Aunque la fecha es variable en cada país, los objetivos conmemorativos son los mismos… reconocer la labor de las secretarias.

Van estas líneas de homenaje, respeto y admiración a una de las actividades más nobles e importantes, el “secretariado”. Sin embargo existen personas que, por soberbia o por tener unos cuantos títulos, bien merecidos o no, se atreven a subestimar la labor del secretariado.

Sin tomar en cuenta que las secretarias son tan profesionales como aquellos que son graduados con licenciaturas, maestrías, doctorados y otros títulos; las secretarias son profesionales administrativas, muchas de ellas formadas en centros especializados, otras incluso con diplomados, siendo bilingües, trilingües, recepcionistas, asistentes de gerencia y otros importantes cargos.

Qué harían las empresas, instituciones, colegios, universidades, hospitales, organismos nacionales internacionales y otros sin ellas. De alguna manera son un pilar fundamental, pues en la mayor parte de los casos contribuyen al sostenimiento de sus familias. Muchas de ellas obtienen el ingreso económico, apoyan y ayudan a sus hogares. Por las mañanas caminan de prisa o corren detrás de algún vehículo de transporte, pues su día comienza mucho más temprano, ya que muchas deben dejar la comida preparada, llevar a los niños al colegio. Sus manos muestran el esfuerzo realizado en las faenas hogareñas, mantienen a sus hogares, no solo a sus hijos, también a sus padres y a veces hasta sus abuelitos.

Con toda su capacidad y fuerza ellas empujan empresas y emprendimientos. En cada lugar está siempre una bendita secretaria, que cual ángel nos acompaña por la vida, día a día, con una de las profesiones más nobles. Por ser mamás, hermanas, esposas y amigas, les damos gracias a nuestras queridas secretarias.

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