El teniente de Ejército, Pablo Martínez Calvimontes, fue enviado a la cárcel de Okinawa en calidad de detenido preventivo imputado por el delito de feminicidio en grado de tentativa, la deteminación fue tomada por la jueza del Juzgado Penal de Instrucción Primero del municipio de Warnes, Ruth Guerra, informó la abogada de la víctima, Ingrid Núñez.
La audiencia cautelar del uniformado se llevó tras sortear una serie de inconvenientes, tuvo que trasladarse de Warnes a la localidad de Montero y posteriormente a Okinawa, en el norte de Santa Cruz, por petición del fiscal Walter Cisneros.
Karina Ll., la víctima, relató que en la audiencia, el agresor nunca mostró arrepentimiento, sin embargo, ella agradeció todo el apoyo que recibió.
“Quiero agradecer a todo el pueblo boliviano por haberse solidarizado con migo, a mis abogadas, mis padres y los grupos de mujeres”, afirmó al término de la audiencia.
La segunda abogada de la víctima, Jessica Echeverría, cuestionó que el fiscal Cisneros se haya presentado en el domicilio de la víctima ayer por la mañana y agradeció la actuación de la fiscal Jhovana Castro que a último momento logró modificar la imputación que al inicio había sido presentada sólo con el cargo de violencia familiar, que no ameritaba la detención preventiva.
La imputación también se hizo en base a los indicios que se encontraron en el domicilio del acusado de donde se secuestraron un edredón y un trapeador manchados de sangre.
Este caso fue conocido gracias a la difusión de un video en redes sociales que muestra una profunda herida en la frente de la víctima.
La mujer necesitó al menos ocho puntos de sutura para cerrar su herida. El examen forense determinó 14 días de impedimento, mientras que una valoración forense particular estableció que la víctima, inclusive, sufrió un traumatismo encéfalo craneano.
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