Siria fue atacada por “potencias” del mundo

Luego de conocerse que el presidente sirio habría dispuesto el uso de bombas químicas y causado la muerte de centenares de personas en Siria, la mayor parte de los países sintió que, una vez más, la paz mundial estaría seriamente amenazada porque está visto que el dictador Al Assad no vacilará en llevar a extremos su inquina contra los Estados Unidos y países que conforman la órbita occidental y que él califica como “imperialistas y capitalistas dispuestos a destruir su país”.

Estados Unidos, Reino Unido y Francia decidieron, ante el hecho del uso de bombas químicas, bombardear los sitios militares estratégicos de Siria, aunque sin causar daños personales en su población y esto implicaría que todo habría sido planificado científicamente, de tal modo que los cálculos para “no afectar a la población” habrían sido perfectos. Los bombardeos surtieron los efectos deseados, pero, a la vez, despertaron protestas por parte de Rusia y otros países que consideran innecesarios esos ataques, pese a que Rusia había bombardeado días antes las instalaciones sirias.

El Presidente de Estados Unidos fue muy duro al calificar como criminal la acción de usar bombas químicas; dijo que su país no cejará en acciones para terminar con la guerra que el presidente sirio Al Assad se empeña en incrementar bajo el pretexto de que “todo es atentado contra el pueblo sirio que soporta estoicamente los ataques”. El gobierno de Assad ha causado hasta ahora más de 500 mil muertos en la guerra y el éxodo de más de medio millón de sirios que han encontrado asilo en diferentes países del mundo, especialmente de Europa.

La guerra es el peor extremo que lastima a toda la humanidad, no solamente por las víctimas que causa, sino que se convierte en amenaza para todos los países, dado que los enfrentamientos producen víctimas de toda naturaleza y destruyen todo lo que la humanidad requiere no solamente para su vida diaria sino para preservar los avances de la ciencia, la tecnología y la cultura.

Las tres “potencias” no vacilaron en bombardear Siria ante el solo anuncio de haberse utilizado armas químicas; pero, sin considerar que el pueblo sirio no es culpable de las políticas del dictador Assad y menos de la intromisión de países que nada tendrían que ver con los problemas que han derivado en una guerra causante de millones de víctimas entre muertos y heridos. Esas “potencias” no solamente en los campos armamentistas sino también en lo económico, tecnológico y social, tendrían que examinar, conjuntamente, las causas que determinan el estallido de conflictos y guerras en el mundo y que todo ello tiene una sola razón: la extrema pobreza que padece un 65% de la humanidad; en otras palabras, convencerse de que las conveniencias e intereses de las mismas potencias logran víctimas en los países pobres y hacen de éstos campos propicios para que el armamentismo aumente su poderío, al armar a naciones pobres que padecen hambre y enfermedades, que son los que más sufren por efecto de los conflictos armados que soportan Siria y otros sitios del orbe.