Graves dramas en EEUU por la tenencia de armas

El pueblo de Estados Unidos, muchas veces en los últimos treinta años, ha tenido que sufrir los embates del terrorismo internacional; tuvo que lamentar muertes y heridas graves en su población y, por supuesto, la destrucción de obras civiles que ha costado fortunas reparar; pero en los últimos tiempos, lamenta la presencia de su propia gente terrorista que causa muertos y heridos con asaltos a escuelas, colegios y centros públicos.

Las leyes que permiten la tenencia de armas en los domicilios se ha convertido en “luz verde” para que se desate la insanía en quienes tienen complejos para matar y herir, para causar daños de toda laya y para sembrar el terror en una población que vive pendiente de acciones sangrientas por parte de quienes - especialmente jóvenes- buscan sembrar muerte, dolor y lágrimas. Se trata de personas que están cansadas de sí mismas, que repudian al gobierno, que no logran satisfacer de otra forma sus ambiciones, que no guardan respeto ni consideración por los derechos ajenos y, en casos, no trepidan en atentar contra sus propios familiares.

Esas leyes que permiten la tenencia de armas, disponibles hasta para los niños, son los instrumentos de muerte que se ha puesto en manos de psicópatas, personas insanas, dispuestas a causar daño y hasta muerte; lo grave es que cada estado de ese país tiene sus propias leyes o disposiciones que permiten esa tenencia de armamento, lesivo no solo para la vida y tranquilidad de la población, sino que son instrumentos que siembran terror, desconfianza y hasta desesperación en quienes ya no confían en las propias leyes ni en la seguridad que podrían encontrar en los cuadros policiales. Son armas que solamente hacen felices a sus fabricantes, a la industria más lucrativa y que cuenta con todas las garantías para su misión de matar, que alcanza altos rendimientos financieros que, en su mayor parte, son utilizados para contar con más “fábricas del terror”, diseminadas hasta en los países pobres, cuyos gobiernos permiten la instalación de centros de fabricación de partes o armas de todo tipo.

Estados Unidos es un país que desde el logro de su independencia en el año 1776, ha buscado que la libertad, la justicia y la democracia sean sistemas y medios de vida del pueblo que ha pregonado siempre el respeto y acatamiento a la Constitución; prácticamente tiene librada su suerte ante quienes podrían surgir con ánimos de causar daño y sembrar el terror en la población, sin respetar a niños, mujeres y ancianos que, en la mayor parte de los casos, son las primeras víctimas propicias del terror.

Cada gobierno de EEUU anuncia posibles medidas para prohibir la venta de armas; pero todo resulta estar en el campo de la demagogia política y no hay la intención ni voluntad para cumplir con lo que más habría que hacer: cuidar y respetar la vida y tranquilidad de su población acostumbrada a vivir en libertad y afianzamiento de la democracia y la justicia.