Sobre las carreras sin control

El pasado 27 de abril, este prestigioso medio de prensa publicó una carta enviada por la señora Mariana D. Crespo C., quien manifiesta su molestia y expresa su reclamo en el siguiente tenor:

“…Es innegable que movilizarse de un lado a otro de la ciudad implica varias dificultades, como subir a un vehículo de transporte público en malas condiciones, donde los asientos resultan pequeños porque al propietario del vehículo se le ocurrió aumentar su número para recibir a más pasajeros y seguramente obtener mayor ganancia.

Por otra parte, con frecuencia los recorridos son interrumpidos por embotellamientos, marchas de sectores sociales o porque grupos de bailarines hacen uso de las calles. Además, a veces el pasajero tiene la mala suerte de subir a un vehículo conducido por alguien de mal humor y decidido a llegar a su parada en el menor tiempo posible, generalmente porque ha sido rebasado por otro motorizado de su línea o de otra rival. Y maneja temerariamente, sin considerar que lleva a personas mayores, niños o damas...”.

Respecto a los asientos pequeños y la adición de otros más con el propósito de recibir más ganancias se debe manifestar lo siguiente: la autorización de funcionamiento de líneas de transporte público se encuentra a cargo del Gobierno Municipal, por otra parte, es cierto y evidente que gran parte del parque automotor de minibuses sufrió adaptaciones en su estructura interna, ya que en su esencia fueron fabricados para el transporte de mercaderías u objetos, pero en nuestro medio fueron adecuados con asientos de fabricación artesanal para el transporte de pasajeros, sin tomar en cuenta las dimensiones adecuadas que proporcionen comodidad y seguridad a los pasajeros, a pesar de ello cuentan con la autorización para circular y prestan servicio de transporte público.

En relación con los congestionamientos, es necesario recalcar que la capacidad de nuestra red vial ha sido superada por los más de 407.621 vehículos que conforman el parque automotor en la ciudad de La Paz, de donde más del 70% es obsoleto, es decir que son vehículos con más de 20 años de antigüedad, por cuanto urge el diseño de políticas de incentivo para que las concesionarias importen un mayor volumen de vehículos 0 Km, aspecto que requiere un análisis y revisión profunda de los factores que componen el régimen impositivo, buscando la renovación del parque automotor y la aplicación de normas de obsolescencia vehicular.

Sobre los grupos de bailarines que se observa en vía pública, los mismos cuentan con la respectiva autorización el Gobierno Municipal de La Paz, que tiene como atribución la regulación y autorización de espectáculos públicos.

El mal humor de los conductores va ligado con el estrés, que es un proceso psicológico normal que se origina cuando se presenta una fuerte exigencia y no se sabe cómo responder ante ella de forma clara y adecuada. En nuestro medio existe una elevada densidad de tráfico, los ambientes son muy bulliciosos, se dan situaciones en las que peligra la integridad o la seguridad de las personas, como los incidentes o numerosos eventos del tráfico, por lo que estas reacciones “inadecuadas” van ligadas con las condiciones de la infraestructura vial que no permite una circulación fluida.

La temeridad con la que conducen algunos malos conductores está directamente relacionada con la deficiente educación vial de nuestros conductores, que hasta hoy solo han recibido capacitaciones en su “proceso de formación”, las cuales no son suficientes para medir el riesgo y asumir la responsabilidad que involucra tener el control de un motorizado. Afortunadamente un documento académico denominado “Contenidos Temáticos en Educación Vial y Seguridad Ciudadana para el Subsistema de Educación Regular” fue entregado por el Comandante General de la Policía Boliviana al Ministro de Gobierno durante la Cumbre de Seguridad Ciudadana llevada a cabo entre el 20 y el 22 de abril en la ciudad de Tarija; con la inclusión de estas temáticas en el currículo escolar se pretende cambiar nuestra cultura de riesgo por una cultura de prevención.

“Juntos por una nueva cultura vial”.

El autor es docente UNIPOL.

borismen55@gmail.com