El presidente francés, Emmanuel Macron, instó anoche en Sídney al Gobierno australiano a redoblar los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático al expresar su preocupación por el futuro de las naciones del Pacífico.
“Un gran número de estados en el Pacífico corre el riesgo directo de desaparecer completamente en unos años si no tomamos medidas”, alertó Macron en una cena en la Casa de la Ópera a la que asistieron el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, y su esposa, además de políticos, empresarios y expatriados franceses.
Macron destacó que la lucha contra el cambio climático es una “prioridad absoluta” e instó al Gobierno de Turnbull a mostrar “su poder de convicción” en este asunto global, a pesar de la oposición de algunos políticos oceánicos.
Australia se comprometió en el Acuerdo de París a reducir sus emisiones entre un 26 y un 28 por ciento respecto a 2005 para el año 2030, un objetivo que Camberra asegura que cumplirá “sin comprometer el crecimiento económico y los empleos”.
“No hay un Planeta B” zanjó el presidente al destacar que la lucha contra el cambio climático es una “oportunidad histórica”.