Más de 300 niños se beneficiaron con valiosa asistencia emocional

Al menos 300 niños fueron parte de las actividades de la Asociación de Voluntarios Contra el Cáncer Infantil (Avcci), conformado por un centenar de miembros, quienes desplegaron programas para mejorar la salud emocional de los pequeños pacientes, muchos de ellos con enfermedad terminal.

Espacios lúdicos y diversidad de rutinas favorecieron la recuperación anímica de los infantes, quienes rodeados de sus familias lograron mejorar su estado de salud que en la mayoría de los casos les impide desarrollar dinámicas de socialización con sus pares.

La presidenta de la entidad privada, Carola Torres, dijo que desde 2012 se procedió al reclutamiento de voluntarios quienes asumieron el compromiso de ayudar al prójimo.

“Era tan difícil crear un ambiente de alegría en un lugar ófrico y triste donde los niños permanentemente se ven rodeados de personal médico de acuerdo a las exigencias de su estado de salud. Los voluntarios diseñaron estrategias para que los pequeños se abstraigan de la enfermedad”, manifestó.

Es así que se organizó la Asociación buscando ofrecer apoyo a las familias. Los voluntarios unieron energías e iniciativas que contribuyeron a analizar las necesidades económicas, emocionales y otras situaciones del entorno de los niños quienes a diario enfrentan momentos de crisis, pero también de esperanza.

ATENCIÓN INTEGRAL

La entidad brinda atención integral a los recién nacidos y jóvenes hasta 25 años, que en opinión de la entrevistada es altamente vulnerable por lo que necesitan sobre todo un acompañamiento emocional que logré que por un momento –al menos– se liberen de la angustia que les provoca la enfermedad.

Los voluntarios trabajan en contacto directo con familias. “Lo que nos interesa es trabajar y estar al lado de la familia durante los ocho años que aproximadamente transcurre el tratamiento de la enfermedad”, sostuvo. La asociación se encarga también de realizar un constante seguimiento del estado de salud física y emocional de los pequeños.

Durante el proceso los voluntarios se encargan de buscar medicamentos, de realizar diferentes campañas ya sea para recaudar fondos o para acceder a donaciones controladas de plasma. Asimismo, realizan visitas a los hogares para visualizar otras necesidades por las que atraviesan las familias.

Según comentó, en algunas visitas se pudo observar la precariedad en la que viven algunos pequeños. “Hemos visto que muchos niños no cuentan ni siquiera con una cama, a veces cinco integrantes de la familia deben compartir un solo colchón”, lamentó.

Afirmó que estas situaciones no coadyuvan a la mejora del tratamiento por lo que se trabaja en revertir estas carencias que podrían agravar el estado de depresión de los niños y de sus progenitores que son el pilar para revertir las consecuencias orgánicas y emotivas de los afectados

Los voluntarios se encargan de ver más allá de lo que implica la enfermedad en un sanatorio y a partir de ello se empiezan a generar nuevas ideas, más proyectos, a objeto de generar un ambiente que reduzca el estrés y hacer que la vida transcurra de la manera más llevadera posible.

Torrez afirmó que actualmente se proporciona asistencia a un grupo de 50 familias, lamentó que estas cifras vayan cambiando debido a que muchos a los que denominó, “guerreros”, fallecieron en el camino y otros abandonaron los centros de salud para enfrentar la crisis a su manera.

La enfermedad no discrimina edad, sexo ni condición social por lo que la asociación atiende a todo tipo de personas sin importar el estrato social para brindar información necesaria acerca de ese mal, y viabilizar la ayuda con fundaciones que se encuentran fuera del país.

DIFÍCIL ACCESO A MEDICAMENTOS

La Asociación presta ayuda incluso a asegurados de las cajas de salud que solicitan tratamiento con medicamentos que son difíciles de encontrarlos en el país, por lo que la asociación facilita el acceso a los fármacos del extranjero. “Tenemos la predisposición de apoyar a todos los niños y jóvenes que nos necesiten priorizando a aquellos con mayores necesidades”, expresó la responsable de la Asociación de Voluntarios, Carola Tórrez.

Recordó que ese fue el caso de un menor asegurado en la Caja Petrolera, que para el control y tratamiento de la enfermedad necesitaba medicación que no la encontró en el país y se tuvo que traer el fármaco desde Londres, “ahora el niño salió adelante y se encuentra bien”, dijo visiblemente entusiasmada.

En opinión de la responsable del programa de voluntariado, el aporte más valioso de la asociación es el tiempo que brindan los voluntarios, además de las gestiones que se realizan, para establecer contacto con potenciales miembros del grupo, de igual manera se organizan campañas solidarias que permiten recaudar fondos económicos a fin de cubrir inevitables gastos.

Siendo parte de una terapia con altos niveles de interacción, son los propios pequeños quienes se ocupan a veces por horas a diseñar divertidos “monstruos” de peluche que ayudan a paliar necesidades económicas imprevistas. Los interesados en adquirir los mismos pueden tomar contacto con la Asociación de Voluntarios Contra el Cáncer infantil en la rede social, Facebook con la misma denominación.

DATOS

- Más de 350 niños y jóvenes se beneficiaron de los programas del voluntariado

- La entidad fue fundada en 2012

- Actualmente cuenta con más de 100 voluntarios, muchos de ellos profesionales.

- Cada peluche tiene un valor de Bs 70. Interesados ingresar a página Facebook de la Asociación.