Marchas provocaron molestia y caos

Al inicio de la semana, sectores como los mineros de Ch’ojlla y comerciantes gremialistas paralizaron nuevamente las calles del centro paceño, provocando la molestia de la población y el caos vehicular.

Una vez más, La Paz fue el escenario de marchas de protestas sociales que derivaron en el caos vehicular y la molestia de la población por los perjuicios causados en sus actividades cotidianas.

Como siempre las movilizaciones generaron la molestia de la población que se vio perjudicada en sus labores cotidianas y su deseo de realizar algunas actividades en el comercio, banca y transporte. Muchos tuvieron que verse obligados a quedarse en el centro, sin la posibilidad de poder retornar a sus domicilios.

Las marchas cortaron gran parte del tráfico vehicular en el centro paceño, lo que motivó embotellamientos y caos, pues los conductores de vehículos particulares y del transporte público buscaron sin éxito vías alternativas para llegar a sus destinos.

Avenidas como la Mariscal Santa Cruz, 16 de Julio, El Prado, además de la Colón y otras próximas a la plaza Murillo fueron el escenario de las protestas callejeras. La Policía acordonó el denominado “kilómetro 0” para evitar que los manifestantes lleguen hasta el Palacio de Gobierno y el edificio de la Asamblea Legislativa.

Los gremialistas movilizados optaron por “cercar” la plaza Murillo y bloquear las calles circundantes, lo que ocasionó que los empleados públicos abandonen sus funciones laborales.

MOVILIZACIONES

Desde tempranas horas de la mañana, los comerciantes gremialistas se concentraron en inmediaciones de la avenida América para ganar las calles del centro paceño rechazando la nueva Ley de Aduanas que radicaliza la lucha contra el contrabando y el Registro de Comercio de Bolivia en Fundempresa, informó el dirigente de la Confederación de Gremiales Francisco Figueroa.

A la misma hora, otro grupo de trabajadores mineros se movilizó por el centro paceño, demandando al Ministerio de Trabajo el cumplimiento de la resolución del juicio a los administradores de la empresa Internacional Mining Company S.A., administrada por Mariana Iturralde (sobrina de Gonzalo Sánchez de Lozada), acusada de vulnerar los derechos de trabajadores de la mina Ch’ojlla.