Vecinos hacen respetar uso de vía pública

Los vecinos de la zona de Miraflores hicieron respetar el derecho de acceder a la vía pública como es el pasaje Saavedra de Miraflores para poner en orden el uso común de la vía, que desde hace 40 años conecta a la exdiscoteca El Castillo. De acuerdo con su versión, un grupo de personas pretendía apropiarse ilegalmente de esta área municipal.

Se trata de tres familias que pretenden adueñarse de la vía pública, que durante años estuvo bajo llave. Además estuvieron a punto de tapiar a 180 familias propietarias de los terrenos del ex Castillo e incluso pusieron una reja con planchas, para evitar el tráfico peatonal y el paso de algún vehículo.

La mayoría de los vecinos se vieron obligados a asumir esa actitud, ya que la Municipalidad no quiso intervenir en este tema. Los afectados voltearon el portón y bajaron una pared que pretendía cerrar a la mayoría de las personas que viven en el lugar.

Los vecinos que tienen sus terrenos en el fondo del pasaje y que ascienden a varios propietarios se vieron perjudicados durante más de 17 años, bajo el argumento de tres familias que afirman ser dueños del pasaje, sin embargo, los documentos del municipio dicen todo lo contrario.

Las tres familias citadas dicen estar en juicio con el municipio, sobre el predio público calificado de esta manera y establecido por la comuna, según un documento oficial de la entidad edilicia.

Según los vecinos durante muchos años autoridades del municipio no asumieron la responsabilidad de hacer respetar y abrir la vía pública, aparentemente por un “Tráfico de Influencia” dentro la Alcaldía según los propietarios afectados en la zona.

PASAJE SAAVEDRA

El pasaje Saavedra, está ubicado frente al Estado Mayor de Miraflores, más conocido como el ex Castillo, denominación que le fue dada en los años 70 y 80, cuando era una discoteca a la cual los clientes ingresaban por la citada vía. Por un tiempo y por el funcionamiento de un establecimiento pusieron una reja por seguridad, pero los tres vecinos se aprovecharon de esta situación y en los siguientes años mantuvieron la reja, y la reforzaron con planchas de acero, como si fuesen dueños del pasaje, en franco perjuicio de varios propietarios que viven en el lugar, quienes finalmente hicieron respetar su derecho de acceso y uso común de la vía.