En la historia de la humanidad, han sido muchos los imperios que han conquistado y doblegado a otros pueblos, sometiéndolos a esclavitud y al dominio imperial. Uno de los más poderosos imperios fue, sin duda, el imperio romano, que no sólo impuso su dominio político a buena parte del mundo conocido de ese tiempo, sino que nos legó su idioma: el latín, del que derivaron varios otros de occidente, entre ellos el español, y también el derecho positivo como ciencia y normatividad.
La postura o la posición ideológica anti imperialista es también muy antigua, pues los pueblos que fueron sometidos por los imperios, en su lucha por la libertad, esgrimieron ideas contrarias a ese régimen. En nuestra patria los pueblos aymaras apoyaron a los conquistadores españoles, con la esperanza de sacudirse del imperio incaico, más tarde fueron las luchas independentistas en contra del imperio de España, que se inspiraron en las ideas libertadoras, que ya con un carácter filosófico se esgrimió en las revoluciones norteamericana y francesa del Siglo XVIII, aunque ya antes muchos pensadores las expusieron.
El pasado Siglo XX, que fuera denominado “cumbre de la humanidad”, en sus primeros decenios fueron las luchas emancipadoras de la India en contra del poderoso imperio inglés, que tenía colonias en varias partes del mundo, que conmovieron los sentimientos libertadores, hasta la Segunda Guerra Mundial, en la que tomó el lugar de primera potencia el Estado Federal de Norte América (USA), y se da una nueva forma de colonialismo, el denominado neocolonialismo, que consiste en el dominio económico de otros pueblos, merced al mercado de productos, donde unos proveen de materias primas (los países más pobres) y otros el capital que las transforma (los más ricos). Además esta figura estaba acompañada de la influencia política (ideológica).
En los países atrasados y proveedores de materias primas se desarrolló el anti imperialismo o anti colonialismo, avivado por las corrientes marxistas comunistas que encabezadas por la ex Unión Soviética señalaban a Estados Unidos como el Imperio al que había que combatir.
El presidente-candidato del Estado Plurinacional en una conferencia dictada en la Escuela Anti Imperialista, sentenció: “me hice anti imperialista porque el imperio (USA) quería hacer desaparecer a Bolivia”. El anti imperialismo del presidente y sus seguidores seguramente se debe a las operaciones coercitivas para reducir los cocales del Chapare cochabambino, financiadas y apoyadas por organismos de interdicción de USA, afectando los intereses económicos de los cocaleros del Chapare, de los que es también su presidente.
En cuanto a la desaparición de nuestro país por voluntad de Estados Unidos, creemos que contradice a la historia, pues a raíz del despojo chileno de los territorios peruano-bolivianos en la Guerra del Pacífico, el entonces Secretario de Estado de USA, James G. Blane, en informe al Senado expresó: “…jamás habría entrado en una sola pulgada dentro de la guerra, sino hubiese sido por el respaldo inglés…”; más tarde el mismo gobierno norteamericano propuso a Chile otorgar un puerto a Bolivia, pronunciamiento que lo ratificó el año 1963.
No debemos olvidar el apoyo de Estados Unidos a la Revolución Nacional, que estaba amenazada por el poder económico e influencia de los barones del estaño y la oligarquía echada del poder en 1952, además por la cuasi paralización de la producción agrícola, pues los campesinos habían sido emancipados del “pongueaje” que los obligaba a trabajar a “chicotazos” y dejaron de producir para el ya inexistente patrón.
Las ayudas del odiado imperio, en buena medida fueron beneficiosas para el país que condonó varios millones de dólares que adeudábamos por diversos conceptos e incluso la harina para nuestro pan, era en gran parte originada por esa ayuda. En los últimos años, antes de la llegada al poder del actual régimen de gobierno populista, teníamos abiertas las puertas del mercado de USA (el más grande) y perdimos 400 millones de dólares de donación (Cuenta del Milenio) para construir la carretera al norte del departamento de La Paz (La Paz - Apolo - Ixiamas).
En buenas cuentas, o nos cobijábamos en la potencia del norte (USA), o en el imperialismo ideológico de la desaparecida Unión Soviética, como la Cuba de los Castro que vivía de esa ex potencia y hoy sus habitantes viven en la pobreza en términos de ingresos y calidad de vida, aunque tengan acceso gratuito a la salud y educación.
Hoy el imperialismo y el colonialismo ya no ocupan territorios por las fuerza, están basados en el conocimiento científico y la tecnología, ya no es sólo de USA y sus aliados, es también chino y asiático. Lo demás quedó en los años setenta del pasado siglo.
El autor es abogado y politólogo.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |