Serie fotográfica muestra historia de una amistad

“Simples verdades” es el título de la exposición de la artista canadiense, Marj Clayton, que –a través de una serie de más de 10 fotografías– retrata su experiencia durante un viaje a África y su amistad con Fuseni Adoba. La muestra puede verse en el Museo Tambo Quirquincho y permanecerá abierta hasta el 31 de mayo.

“Durante mi primer viaje al oeste de África conocí a una persona notablemente optimista. Su nombre es Fuseni Adoba, un hombre noble, gentil y simpático que, a pesar haber vivido en circunstancias difíciles, siempre estaba agradecido por estar vivo. Compartió conmigo distintas ideas sobre su cultura. Observé cómo vivía, aprendí a sentirme conectada y agradecida con Fuseni por toda la enseñanza recibida”, señaló la artista sobre la exposición.

“Esta exposición está dedicada a la memoria de Fuseni Adoba, gran amigo, ejemplo y mentor que fue responsable de compartir en nuestras vidas las ‘simples verdades’ hasta encontrarnos otra vez”, apuntó Clayton.

La serie fotográfica, en blanco y negro, es el resultado de conocimientos básicos y paciencia de su padre, Charlie Clayton, quien a sus 11 años le enseñó a dedicar el máximo empeño en cada imagen.

“Para mí, la fotografía no es sólo una cuestión de imagen. Es la experiencia e historia detrás de cada imagen. La fotografía me ha permitido hacer amistades con distintas personas, aprendiendo de sus vidas y dándome un mejor entendimiento, aprecio y amplia perspectiva”, recalcó.

Los trabajos de Marj fueron exhibidos en galerías de distintos países como The National Portrait Gallery en Londres, The Royal Photographic Society en Bath y Definitely Superior y The Thunder Bay Art Gallery, ambas en Canadá.

Asimismo, se hizo acreedora a premios como: “Fotógrafo viajero del año” con la revista “Travel Photographer”. Trabajó con Greenpeace para registro y documentación y también con Oxfam para tomar fotografías de un libro sobre la historia de Bolivia.

“Hace aproximadamente 10 años atrás compartí mis imágenes con Jorge Romero en La Paz, sobre mis tiempos en Ghana y mientras él veía las fotos me preguntó qué haría con esas fotografías. Él dijo que era una obligación mostrar la historia de cada imagen y que le encuentre un propósito”, añadió.