La vida es un estado de ánimo

Cada ser humano vive su vida individual inmerso en un estado de ánimo que puede variar y de hecho, varía muchas veces al día y varía también, a lo largo de nuestra vida.

Podemos vivir nuestra vida personal de dos maneras básicas: desconociendo e ignorando el poder que tenemos para ir modificando nuestros estados de ánimo habituales o podemos seguir aprendiendo a conocer los diferentes recursos con los cuales podemos ir modificando nuestros estados de ánimo a voluntad.

No es una tarea fácil, nunca lo ha sido, pero con determinación y con decisiones sinceras, podemos comenzar a aprender a controlar nuestros pensamientos habituales, revisar las palabras de nuestro vocabulario habitual para poder sustituir las palabras que sean muy negativas o simplemente destructivas, pues las palabras mal empleadas o las palabras negativas producen acción destructiva en la mente subconsciente que después se manifiesta en las diferentes realidades de la persona.

Para ir al resumen: podemos controlar el estado de ánimo con nuestra postura corporal, podemos controlar nuestro estado de ánimo con nuestras decisiones personales, podemos controlar nuestro estado de ánimo creando un hablar positivo que evite sistemáticamente el hablar negativo consistente en quejas, reproches, críticas destructivas, comentarios irresponsables y muchas otras formas más de hablar que son improductivas y dañinas.