Javier Bertucci cerró ayer su campaña electoral de cara a las presidenciales del 20 de mayo con un multitudinario evento en Valencia, ciudad en la que ejerció su labor como pastor de la iglesia evangélica Maranatha en los últimos años y en el que las sopas, las medicinas y la fe inundaron a los presentes.
Bajo un sol de justicia y un calor asfixiante, miles de simpatizantes acudieron a mostrar su apoyo a un candidato nuevo en la política y que promete recuperar la depauperada economía venezolana en un año, y que afirma que Dios lo ha escogido para ser el próximo presidente de Venezuela.