Los alarmantes casos de tráfico ilegal de fauna silvestre han comenzado a ocupar con mayor regularidad la agenda mediática en Bolivia. Se hace constante escuchar noticias sobre animales que han sido arrancados de sus hábitats para ser comercializados en condiciones lamentables.
Tras recibir la información y despertar la indignación contra los traficantes, la población apaga la radio, el televisor o cierra el Facebook y retorna a su cotidianidad. Sin embargo, la historia de esos animales no termina con su decomiso, ya que deben tener un destino.
La agencia de noticias ANF abordó la temática desde la perspectiva de las entidades que son responsables del decomiso, custodia y manutención de los animales silvestres tras su rescate.