Los agricultores orgánicos de áreas rurales podrán vender semillas de sus propias producciones, así decidieron los eurodiputados, para disgusto de Monsanto y compañías, cuyas empresas comercializan semillas transgénicas, según una publicación de Ecoportal.
Los eurodiputados pusieron fin a la “criminalización” de las llamadas semillas campesinas. Con motivo de una nueva legislación, cuyo objetivo es apoyar a los orgánicos, adoptaron una medida que permite a los agricultores orgánicos vender semillas de sus cultivos “domésticos”.
La determinación entrará en vigor en dos años y medio, en 2021, pone fin a 37 años de restricciones (la comercialización de semillas fuera del catálogo oficial fue prohibida por decreto en 1981).
El objetivo es promover la vitalidad de nuestra biodiversidad, revivir las miles de variedades de frutas y verduras que existen y vacilar las inquietantes estadísticas proporcionadas por la FAO.