Hipótesis de Gobierno fue refutada por UPEA

El rector de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Ricardo Nogales, junto con el encargado jurídico y un perito en criminalística desvirtuaron la hipótesis del Gobierno de que la muerte de Jonathan Quispe se debe a una canica expulsada por un petardo y responsabilizan a la Policía por el uso de escopetas con estopines letales.

El abogado de la UPEA, Víctor Campo, con base en tres videos y fotografías recolectadas como evidencias del caso, demostró que el universitario Jonathan Quispe no falleció por lanzamiento de una canica, desde la pasarela de la avenida Juan Pablo II o el puente Distribuidor de la Ceja, como dio a conocer el Ministro de Gobierno, Carlos Romero y que por el contrario Quispe falleció en la esquina de la calle Martín Cárdenas, frente a la procuraduría General del Estado, donde solo llegaron los efectivos de la UTOP.

ANÁLISIS DE VIDEO

El video presentado ante los medios de comunicación demuestra que el universitario se encontraba en la calle Martín Cárdenas y la 11 de Junio, cuando se estaban desmovilizando, el video de una de las cámaras de seguridad evidencia que si bien el joven se aproxima a la plaza que se ubica en la Procuraduría, para luego de unas detonaciones, retorna al mismo callejón donde llega a fallecer la víctima.

“Como ven, el estudiante cuando sale está con vida y más adelante recibe el disparo, retornando raudamente y se entra al callejón, donde fallece luego de recibir el disparo de una escopeta por parte del grupo de la UTOP. Incluso en el video se ven otros testigos presenciales, quienes por el ruido del disparo se asustan y se refugian", explicó Campo.

IMÁGENES Y ARMAS

En varias imágenes registradas, no solo por las cámaras de seguridad, sino por las fotografías tomadas por los manifestantes, se demuestra que existen efectivos policiales (oficiales), quienes son los que manejan escopetas, uno de los policías identificados, es quien maneja escopeta y se evidencia que cada grupo o núcleo de policías, portan entre una a tres escopetas con munición identificada como estopines.

En una de las fotografías se muestra a uno de los oficiales de la Policía, quien porta la escopeta es identificado como el supuesto responsable de la muerte del universitario, "aquí está el policía que maneja la escopeta, donde se utiliza con estopín, este es el policía del día de los hechos, sería el autor material", indicó el abogado.

PROCESOS

La dirección jurídica dio a conocer que la UPEA instauró querella penal en contra de cinco jefes oficiales, no solo por la muerte del universitario Quispe, sino por la denegación de auxilio, en el momento en que estudiantes demandan la colaboración.

La querella contra todos los autores intelectuales y materiales, "por los delitos de asesinato conforme al artículo 252 numeral 3, responsabilidad del órgano representante, responsabilidad del órgano y del representante, es decir que aunque no hayan participado de manera directa el Comandante Regional de la UTOP, el departamental, del Comando Regional de la Policía, o el Ministro de Gobierno, son responsables por obedecer a órdenes. El delito de complicidad y encubrimiento, porque desde el momento en que emite criterios esta cartera y se dispone replegar a las autoridades policiales, se comete encubrimiento, se habla de asociación delictuosa, por el uso de armas letales, tenencia uso y portación de armas no convencionales, para dispersión de manifestantes, incumplimiento deberes y denegación de auxilio al no socorrer pese al pedido de los universitarios a efectivos policiales", detalló.

PRUEBAS DE CAMPO

El docente universitario y facilitador de una pericia criminal, David Vargas, fue quien realizó diferentes pruebas de campo, para demostrar que no existe posibilidad de que por el uso de una canica, disparada por un petardo permita generar la muerte del universitario.

Las prácticas con carne de res, pollo, cartón, plastoformo, dan como evidencia que dicha hipótesis propuesta por el Gobierno, quede desechada. Asimismo se dio a conocer que el argumento del Ministro de Gobierno de que los petardos con canicas fueron supuestamente lanzadas desde pasarelas y que el impacto a la víctima por parte del tirador, son de arriba abajo, también quedaron desvirtuadas, porque la víctima falleció en un callejón, donde no existe posibilidad de la llegada de "un proyectil de canica teledirigido por el uso de petardo", afirmó Vargas.

REITERACIÓN

Vargas reitera el informe pericial recabado por EL DIARIO de que la expulsión o carga explosiva de un petardo es muy corta a menos de cinco metros y que la misma no podría recorrer entre 500 a 700 metros de distancia que existe entre las pasarelas identificadas por el Gobierno a la calle donde se encontraba la víctima.

Mientras que el callejón de la avenida Juan Pablo II, de donde supuestamente indican que se hizo el disparo con petardos, tampoco es lógico, porque representa más de 250 metros y la expulsión del petardo es de menor alcance.

El exmayor de policía, quien participó como perito de parte, retó al ministro de Gobierno Carlos Romero para verificar qué tipo de munición está siendo usado por los efectivos policiales en la actualidad, asimismo confirmó que la Policía Bolivia aún hace uso de las escopetas laza balines de color negro que contienen perdigones de metal para uso de conflictos internos (guerra) y los de goma que son estopines de color rojo que tienen balines de goma. “Te desafío que en el polígono de la Academia de Policías se arma un petardo con canica, de la forma que tú crees que se haga efectivo con carne de pollo, chancho o lo que quieras y disparar, y un segundo disparo con el uso de escopeta, para ver y comprobar cuál es más letal y qué se utilizó", indicó Vargas.

Asimismo el equipo jurídico no descartó en solicitar una necropsia para evidenciar daños generados en el organismo, trayectoria e impacto del proyectil, en contra de la humanidad del universitario y establecer el tipo de armamento utilizado, en base a un análisis balístico.

VERSIÓN POLICIAL

Más tarde, el inspector general de la Policía, general Wálter Lizeca, también descartó la hipótesis del ministro de Gobierno y confirmó parte de la teoría manejada por la UPEA.

Sin embargo, Lizeca hizo énfasis en que las imágenes expuestas por la UPEA no muestran a ningún efectivo policial cerca y que al momento de ingresar Jonathan al lugar, solo se advierte la presencia de civiles, los cuales ahora están siendo individualizados, entre los se cuenta a dos lustrabotas y turistas.

En la conferencia de prensa, la forense Ángela Terán aseguró que el impacto que acabó con la vida de Jonathan no hubiera permitido que el mismo camine esa distancia.