Universidades públicas de La Paz y El Alto, además, de otras organizaciones sociales se unieron en repudio y protesta contra la represión policial que cobró la vida de un universitario, la misma que provocó el cierre de las principales calles de la ciudad de La Paz.
La movilización de la ciudad de La Paz, una vez más, se vio caótica, debido a la gran concentración de gente en las calles del centro, que protagonizaron una marcha de protesta, en demanda de sus derechos.
Las marchas y bloqueos no cesan en la urbe paceña, donde miles de personas, por lo general, se ven obligadas a bajar de las movilidades del transporte público para correr a sus fuentes laborales o cumplir con sus actividades cotidianas. La molestia del ciudadano es constante.
Las calles permanecieron bloqueadas por varias horas, razón por la que centenares de movilidades quedaron varadas y sin poder cumplir sus rutas acostumbradas, la muchedumbre de personas que tomaron las calles, obligó a la mayoría de los conductores del transporte público a tomar vías alternas, lo que provocó congestionamiento en otro sectores.
Esta vez los más perjudicados fueron las personas, puesto que estas vías fueron tomadas por los manifestantes que no dejaron pasar un solo vehículo por las calles y avenidas, principalmente del centro paceño.
Mientras recorría la multitudinaria marcha que ocupó las principales calles de la ciudad, se vio un gran contingente policial que protegía alrededores de la Plaza Murillo y el acordonaban el Ministerio de Economía.
En las calles aledañas a las movilizaciones muchos vehículos particulares y públicos intentaron tomar vías alternas para evadir la marcha, sin embargo se quedaron atascados en las calles del centro.
En los peatones se percibía desesperación, prisa e incertidumbre, por el caos existente en las calles; muchos de ellos protestaban contra las movilizaciones, mientras que otros brindaban su apoyo y al paso de la marcha aplaudían a los manifestantes.
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