Sugestiva campaña contra violencia infantil

La plaza principal de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra amaneció ayer con unos 500 peluches sobre las bancas y aceras, en el marco de una campaña “Me Importan”, impulsada por Aldeas SOS, para llamar a la sociedad a que reflexione por el aumento del maltrato, violencia y muerte de niños, según reportes informativos.

El director de Aldeas SOS, Guido Pablo Pecho, dijo que la campaña pone en evidencia la situación de los niños y niñas que están en riesgo de perder su familia y busca que las instituciones, autoridades y cada familia hagan que los niños vivan felices en el seno de su familia.

Manifestó que se trata de mostrar a los testigos silenciosos que tienen los niños que son sus peluches, donde van a contar la situación de cómo viven los niños y qué les preocupes.

“Los peluches darán mucha información y datos de los cuales Santa Cruz debería sentirse preocupada, porque no es fácil sentirse niño en esta época por el maltrato, abandono y algunos víctimas de violación de sus propios padres”, dijo Pecho.

La idea es que cada peluche refleje lo que vive un niño en el torno de su familia y se constituya en una voz que pide auxilio a la sociedad cruceña.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Solo en Santa Cruz más de 150.000 menores de edad que son víctimas de violencia física, psicológica, abuso sexual, negligencia y abandono, según información de la institución organizadora de esta actividad de concientización.

Los peluches llevan carteles, en ellos se lee “Gladis sueña con ir al colegio algún día ¿Te importa?”; “el deseo de Diana, es que su mamá un día deje de gritarle ¿Te importa?”, son algunos de los mensajes.

“Siento vergüenza de pedir comida a mis vecinos cuando mi mamá no llega a casa”, dice otro letrero a lado de un osito de peluche.

Está campaña busca que la población en su conjunto se sensibilice sobre esta situación y pase a la acción para que ayude a quienes más lo necesitan, niños que tienen en riesgo su desarrollo, su salud, su educación e incluso su propia vida.

En este caso los peluches, que son los compañeros de a diario de los niños, se convierten en la voz de los pequeños para contar cómo es su vida.