El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró ayer que “guardará silencio” mientras la Policía realiza las investigaciones sobre las circunstancias en las que fue asesinado el universitario de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Jonathan Quispe Vila.
En un breve contacto con la agencia Urgentebo.com, Romero aseveró que hay importantes avances en la investigación que realiza la Policía sobre el fallecimiento del universitario. “Yo voy a esperar que continúen los procedimientos antes de pronunciarme”, declaró.
Desde la noche del 24 de mayo cuando salió a asegurar que la muerte del universitario fue causada por un manifestante que disparó un petardo cargado con una canica apuntada al pecho del joven, investigaciones de la misma Policía y la Fiscalía han desvirtuado esa hipótesis y el ministro no ha vuelto a dar declaraciones.
Ayer por la tarde, un grupo de legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) emitió un pronunciamiento en apoyo al funcionario, que está bajo una ola de críticas por el asesinato del universitario alteño. Según las declaraciones hechas la anterior semana por el ministro, Quispe murió por una canica que fue disparada por un petardo que usaron los mismos manifestantes que participaron de la protesta el 24 de mayo en El Alto.
“Yo no hice absolutamente nada, me han hecho las peores acusaciones y humildemente he preferido guardar silencio”, declaró Romero al portal digital a tiempo de agradecer el apoyo de sus partidarios.
“Yo voy a esperar que continúen los procedimientos antes de pronunciarme”, acotó Romero.
Rosendo Quispe, padre de Jonathan, dijo que los testigos que presenciaron la muerte de su hijo son amedrentados, a través de llamadas telefónicas anónimas y que tiene el temor de declarar ante las autoridades del Ministerio Público.
En tanto Claudia Vila, madre del universitario, aseguró que teme por la advertencia que lanzó Romero de procesar a quien declare en contra del Gobierno.
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