Día de la Madre en Nicaragua
• Obispos cancelaron el diálogo nacional hasta que el Gobierno deje de reprimir
Managua.- La ministra de Salud de Nicaragua, Sonia Castro, confirmó que 16 personas murieron y otras 199 resultaron heridas entre el miércoles y la madrugada de ayer en el marco de las protestas registradas en diferentes puntos del país contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
En diferentes centros de salud públicos y privados “se dio atención a 199 personas que resultaron lesionadas y también tenemos los 15 fallecidos”, señaló la ministra en una conferencia de prensa, junto a otros altos funcionarios públicos.
Esta es la segunda vez desde que estalló la crisis, el 18 de abril, que el Gobierno de Ortega confirma una cifra de fallecidos en el marco de las protestas, en las que según organismo humanitarios los muertos rondan ya el centenar.
VICEPRESIDENTA
Según publicó la agencia EFE, La primera vez lo hizo la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, cuando en una comparecencia el 20 de abril pasado habló de 10 muertos.
El subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz, leyó ayer en la rueda de prensa un informe que precisó que de los 15 muertes registradas en las últimas horas, 7 se produjeron en Managua, 3 en Chinandega, 4 en Estelí y 1 en Masaya.
En la mañana de ayer, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) difundió un informe preliminar en el que cifró en al menos 11 los muertos y 79 los heridos durante los incidentes del miércoles y hoy, y enérgicamente los actos de violencia y represión “mandados a ejecutar” por el Gobierno.
COMUNICADO
El canciller nicaragüense, Denis Moncada, dio a conocer en la rueda de prensa un comunicado en el que el Gobierno “condena enfáticamente todos los hechos de violencia ocurridos desde el 18 de abril en Nicaragua y más recientemente los acaecidos ayer” miércoles.
“Esta situación de violencia delincuencial que han generado grupos políticos de oposición con agendas políticas específicas, activando formatos delictivos para aterrorizar a las familias, constituye una conspiración que viola la Constitución de la República y pretende seguir destruyendo la seguridad y la vida de las familias nicaragüenses”, agregó.
Ratificó en nombre del Gobierno su lucha “para enfrentar con la razón y las leyes esta ola criminal”, y negó la existencia de “fuerzas de choque ni grupos paramilitares afines al Gobierno”.
COMPROMISO
Moncada reiteró el compromiso gubernamental con la investigación de todos los crímenes y hechos violentos, y que “el único camino a la paz es el diálogo, el establecimiento de la verdad, y la búsqueda de las soluciones que nuestro pueblo demanda”, aseveró.
El canciller nicaragüense solicitó “a las autoridades que coordinan el esfuerzo del diálogo nacional, llamar a la calma y al cese de toda violencia, a fin de continuar trabajando por la seguridad, la justicia y la paz”.
Además, el pasado 16 de mayo se instaló una mesa de diálogo nacional, cuyas sesiones están suspendidas desde la semana pasada, con la participación de una alianza de la sociedad civil -que aglutina a estudiantes, empresarios, sector agrario, academia, entre otros- y el Gobierno, que con la mediación de la Iglesia pretenden conseguir una salida a la crisis.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) advirtió ayer que el diálogo no se reanudará mientras haya represión.
Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 76 muertos desde el 18 de abril, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 83 según Amnistía Internacional (AI) y 85 de acuerdo con la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz nicaragüense.
VÍCTIMA
El hijo de un policía, Francisco Reyes Zapata, murió ayer de un balazo de AK 47 que le impactó en la cabeza, cuando participaba en la marcha de las Madres de Abril, ayer, dijeron ayer sus familiares.
“La bala que mató a mi hermano (Francisco Reyes, 34 años) es de fusil AK de la Policía”, dijo hoy Roberto Reyes Zapata a El Nuevo Diario.
Armando Reyes, el padre de los hermanos Reyes Zapata, es fundador de la Policía Nacional, en 1979, cuando se derrocó a la dictadura de los Somoza. ayer este agente hacía las gestiones para el sepelio de su hijo.
DIÁLOGO
En tanto, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunciaron ayer que no reanudarán el diálogo nacional, mientras el Gobierno continúe reprimiendo y asesinando al pueblo, que se manifiesta pacífica y libremente, según un comunicado de los religiosos.
Al menos once personas fallecieron este miércoles, Día de la Madre en Nicaragua, en sendos ataques perpetrados por turbas orteguistas y antimotines en marchas que se realizaban en Managua y Estelí, en apoyo a las mujeres que han perdido a sus hijos por la represión contra protestas que exigen las salida del poder del presidente designado, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, informó La Prensa.
Azalea Solís, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la organización de la sociedad civil que dialoga con el gobierno de Ortega, para buscar una solución pacífica a la crisis de violencia que afecta a Nicaragua, condenó la brutal violencia gubernamental y expresó “definitivamente, no se puede dialogar en esas condiciones”.
“En las condiciones de represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo, no se puede dialogar bajo ninguna circunstancia. Lo de este lunes fue una masacre, un patrón sangriento más elevado. Ortega abonó ayer con su masacre a una salida más inmediata de él. Quedó moralmente más incapacitado para gobernar”, afirmó la constitucionalista a La Prensa. (Agencias)
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