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Cinco grupos en huelga de hambre



El deceso de un universitario empeoró el conflicto de la UPEA con el Gobierno nacional.

Desde el pasado lunes 28 de mayo hasta el sábado dos de junio los piquetes de huelga de hambre entre docentes universitarios y administrativos de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), se incrementaron a más de una docena, demandando tanto la renuncia del ministro de Gobierno, Carlos Romero, así como el diálogo con el Jefe de Estado para atender la demanda presupuestaria de esta casa de estudios.

El primer piquete de huelga de hambre fue instalado al interior de la Central Obrera Regional (COR), con tres personas, de las cuales una fue dada de baja por problemas de diabetes, posteriormente en las instalaciones de Fejuve tanto de Sandro Ramírez, como de Raúl Canaza se instalaron dos piquetes de huelga de hambre de más de siete personas, de las cuales solo una personas fue dada de baja en las oficinas de Derechos Humanos de La Paz un cuarto grupo de huelga de hambre y finalmente en la sede de Guaqui ubicada en la provincia de Ingavi se instaló un piquete de huelga con cuatro docentes.

RAÚL CANAZA

“Estos piquetes de huelga de hambre conforme han pasado los días se están sumando más personas, se llegan a abrir más piquetes de huelga de hambre, tanto de docentes, universitarios, administrativos y no se descarta la presencia de vecinos. La principal demanda que se exige es la destitución inmediata del ministro Carlos Romero, la destitución del Comandante de la Policía Boliviana, Faustino Mendoza, del ministro de Economía y Finanzas Alberto Guillén, para lograr dar con la responsabilidad de todos los que dieron la orden de reprimir a los universitarios hasta producir la muerte de Jonathan Quispe, no creemos que solo el efectivo policial, Cristian Casanova, sea quien actuó de manera personal e individual, al interior de una unidad de control, donde les dan la munición que se necesita, por lo tanto responde a una cadena de mando, donde se recibe instrucciones desde el más alto nivel”, explicó Raúl Canaza, presidente de la Fejuve paralela, quien junto a la Fejuve afín al Gobierno paralizan la ciudad de El Alto dos días consecutivos.

POBLADORES ALTEÑOS

En tanto, los vecinos de Villa Esperanza a tiempo de ratificar la movilización prevista para esta jornada, lamentaron que las instancias policiales no solo cegaron la vida de un universitario, sino evadieron su responsabilidad de socorrer a la víctima de disparo.

“La Ley 2115 del 2000 en su artículo tres, reconoce que la UPEA está asentada en la urbanización de Villa Esperanza en El Alto, por lo que se resuelve un estado de emergencia en defensa de esta universidad, exigiendo no solo que la misma sea atendida por el Gobierno, sino que se defina un amplia investigación a todas las instancias involucradas en la muerte del universitario, luego de la orden de represión aplicada el pasado 24 de mayo del presente año”, indicó Juan Márquez, vecino de la zona.

Pese al feriado y el fin de semana, la comunidad universitaria de la UPEA mantuvo la realización de diferentes medidas de presión, desde movilizaciones, bloqueos, marchas de protesta y la concentración en casi gran parte de la noche del pasado viernes, fecha en la que se desarrolló las medidas cautelares del presunto responsable de la muerte del universitario Jonathan Quispe.

“Todos estos días se está aglutinando más gente, se suman más fuerzas, no solo para las vigilias, sino sobre todo para los piquetes de huelga de hambre y las movilizaciones que se desarrollarán estos días por lo que se reitera el pedido de renuncia del ministro de Gobierno, Carlos Romero, responsable de estos actos de represión en contra de los universitarios de la UPEA”, indicó el responsable del Comité de Movilizaciones de la UPEA, Sergio Castañeta.

 
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