Contrademanda a Chile

Una vez más se pone a Bolivia en el trance de presentar una contramemoria a Chile por el tema marítimo, cuando en realidad lo procedente sería que sea una contrademanda, porque el país ha sido víctima de usurpación de su territorio de acceso al océano Pacífico.

Esta situación es producto de la pasividad de la Cancillería nacional ante la pretensión de Chile, en sentido de que a Bolivia le correspondería presentar al Tribunal Internacional de La Haya una contramemoria, con la que se consumaría, esta vez por la vía legal, la apropiación del Litoral que integraba su territorio, mediante la invasión armada.

Dar curso a tal demanda sería como admitir que Chile se apropió de 120.000 Km del espacio boliviano, incluido el amplio acceso que tenía para tener también derechos propietarios sobre el mar, por efecto de lo cual el país ha sido convertido en mediterráneo.

Mayormente, no se ha producido en el mundo el caso de que a un país al que se le arrebata territorio, admita ante la justicia internacional que por este procedimiento ilegal se le obligue a reconocer la arbitrariedad que se le infirió, por medio de las armas, para arrebatarle territorios de su histórica pertenencia.

En caso de que Bolivia atienda la pretensión chilena, pese a haber sido víctima, por vía de la justicia internacional aceptaría como legítima la guerra de usurpación de territorios propios, con el agravante de que, como sucede con nuestro país, se le arrebate no solo territorio, sino la única salida que tiene para llegar al mar.

En ningún caso la opinión y justicia internacionales pueden observar sin extrañarse, que un país, a pesar de haber sido invadido su territorio en 1879, ahora conceda sus derechos legítimos sobre los mismos a Chile, que se apropió de suelo territorial y espacio marítimo bolivianos.

Bolivia, de no insistir ante la justicia internacional para demandar la recuperación, por lo menos parcial del territorio marítimo que se le sustrajo, aceptaría en la actualidad la pretensión chilena de obtener como legítimos los territorios que arrebató a Bolivia con una guerra. Es similar al hecho de que un malhechor ingrese a un domicilio y que con armas en la mano se apropie de sus bienes y luego arguya que éstos los recuperó porque eran de su propiedad. Tal eventualidad resultaría ser toda una ilegalidad y moralmente una desvergüenza.

Bolivia jamás va incurrir en semejante despropósito y si algún Gobierno o autoridad lo hace, resultaría ser simplemente una traición a los bienes y a los derechos de la Patria, en este caso con la gravedad de disponer también de las aguas que poseía en el Pacífico.

Por más que pasen los años y hasta siglos, los bolivianos, por generaciones, insistirán siempre en que Chile les arrebató en una guerra de invasión un total de 120.000 kilómetros cuadrados de su territorio, siendo muy importante su derecho sobre las aguas del Pacífico.

Más trascendental aún es que por ese hecho Bolivia descendió a la condición de ser un país mediterráneo, por lo que desde 1879, adicionalmente, tiene que pagar impuestos a Chile por las importaciones y exportaciones que hace por medio del océano Pacífico.