Los empresarios privados de Bolivia están muy preocupados por la realidad económica, política y social del país. Este hecho motivó la realización del Congreso de Empresarios y Emprendedores, el 29 de mayo de este año, en la ciudad de Santa Cruz.
Este encuentro nacional representó a todas las regiones del país, a todos los sectores e instituciones empresariales de nuestra economía, a cientos de miles de bolivianos de todos los segmentos sociales, y al unísono hizo escuchar su voz en defensa del Estado de Derecho, la propiedad privada, la libertad de empresa, el empleo digno y las oportunidades para trabajar, prosperar y traer mejores días para Bolivia. Así lo señala el documento hecho público por este encuentro nacional.
Los empresarios generan riqueza arriesgando su patrimonio y proporcionan un empleo digno a sus funcionarios y trabajadores, otorgándoles seguro médico a través de las cajas de salud y proporcionan seguro de jubilación dando los aportes a los fondos de pensiones. Estos fondos (AFP) otorgan préstamos al gobierno central; colocan depósitos en la banca; compran títulos en el sistema financiero y bolsa de valores de proyectos del sector privado y público, produciéndose un círculo virtuoso.
La Constitución Política del Estado establece los principios y derechos de la propiedad privada, de la libertad de empresa y el pleno ejercicio de la actividad privada.
La Cámara Nacional de Comercio ha planteado una propuesta de salarios, empleo y política laboral, donde analiza que para crear nuevos empleos es imprescindible incrementar el aparato productivo con empresas competitivas en crecimiento y capacidad de invertir en capital e innovación.
Entre el 2006 y el 2017, el salario mínimo nacional ha crecido en 300%, pasando de 500 a 2.000 bolivianos, situándose similar al ingreso per cápita de la nación. El país necesita de los empresarios privados para crear oportunidades de inversión, generar empleo digno, evitando imposiciones como el segundo aguinaldo. El empresario debe dar un subsidio a la natalidad con aproximadamente $us.5.000 por cada niño que nace en la empresa.
Otro tema de preocupación para los empresarios es el déficit fiscal que está llegando al 8%; el desequilibrio en la balanza comercial que puede influir en las reservas internacionales y el contrabando que llega a cerca de mil millones de dólares. También se observa que tanto el sector privado como el público deben tener las mismas condiciones, es decir las mismas reglas del juego, si hay incremento salarial, debe darse a ambos sectores. Otro aspecto difícil para los empresarios es el tributario, pues el sector privado genera el 96% de la recaudación tributaria en el país y hay sectores que pagan más del 50% de utilidad.
En el último Congreso de los empresarios se destacó que el sector privado genera 7 de cada 10 empleos en Bolivia. En ese Congreso se recordó que el 62% del Producto Interno Bruto lo genera el sector privado y participa con el 40% de la inversión nacional.
Los empresarios bolivianos expresan en su documento aprobado en Santa Cruz: “tiene un costo inmensurable que compromete la estabilidad económica y social de la nación. Los bolivianos tenemos la responsabilidad de luchar contra la pobreza y no aceptaremos otra cosa que no sea la posibilidad de asegurar mayor bienestar, en un marco de políticas públicas para todos los bolivianos”.
En el contexto actual, se requiere ajustar el modelo, hacia uno inclusivo donde los empresarios y emprendedores tengan un espacio para crear oportunidades y generar empleo digno, tal como manda la Constitución. Por ello, la iniciativa empresarial privada y la sociedad civil deben ser parte de las decisiones para lograr mayor bienestar.
Las resoluciones del Congreso de Empresarios y Emprendedores de Bolivia se puede resumir de la siguiente forma: Ratifican la unidad plena de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas de todos los sectores de la economía nacional. Al mismo tiempo exigen el respeto a la Constitución Política del Estado y los principios del derecho a la propiedad privada, a la libertad de empresa y el pleno ejercicio de las actividades empresariales.
El Congreso de Empresarios ha manifestado su preocupación por la seguridad social y jurídica de la propiedad privada que conlleva la Ley de Empresa Social, el saboteo que podría darse de los empleados y ha propuesto la derogación de esta ley.
Los privados y el gobierno deberían tener un plan para revertir la desaceleración y los desbalances macroeconómicos; piden a la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo que las políticas públicas que incluyan al sector productivo sean acordadas con sus organizaciones representativas; demandan debatir la obligación del segundo aguinaldo, puesto que en el contexto actual es inviable su pago; reafirman su apoyo a la Confederación de Empresarios Privados.
Ser empresario en Bolivia es un destino difícil, pues se debe lidiar con un sinfín de desafíos e imposiciones y por eso muchos afirman que se debe tener espíritu de héroe para continuar con la labor empresarial.
El autor es Economista, Doctorado Ph.D en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).
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