Nuevo modelo ideológico

El ex presidente de la República de Bolivia (ahora Estado Plurinacional) Carlos Mesa Gisbert propone al país la necesidad de la “construcción de un nuevo modelo ideológico y la formación de un liderazgo que represente un cambio generacional, que plantee a la vez un modelo legal que limite el manejo del país” (EL DIARIO 03.06.20l8), con la finalidad de acabar con el populismo y caudillismo. Es decir que Mesa plantea tres elementos de cambio que deben ser construidos: un nuevo modelo político, un nuevo liderazgo generacional y un modelo legal que limite el manejo del poder.

Al respecto, destacando la necesidad de un verdadero cambio en el rumbo del país, es necesario puntualizar algunos aspectos de la propuesta del ex presidente. Para comenzar, desde el pasado siglo existen tres modelos económicos que determinan la cuestión social: uno es el capitalismo, basado en la libertad económica, la propiedad privada y su modelo político, la democracia, que tiene sus variantes como: el ultra capitalismo, el liberalismo y neo liberalismo; otro es el socialismo marxista, basado en la propiedad colectiva de los medios de producción y propiedad en general, el estatismo regimentado por el partido único y la dictadura del proletariado (dictadura del partido comunista); el tercero es el modelo de economía mixta, denominado Nacional Revolucionario (Oscar Lange, Paul A. Baran y otros economistas) y que en nuestro país se lo puso en vigencia con la Revolución Nacional.

El tercer modelo es el que debe nuevamente ponerse en vigencia a plenitud, donde el Estado desempeña un rol importante en el desarrollo económico y social, empleando el planeamiento estratégico (Plan decenal de Desarrollo, Estrategia de Desarrollo) y encargándose de la gestión económica en aquellos rubros de importancia estratégica (recursos naturales no renovables) y sectores donde el emprendimiento privado no tiene capacidad, pero dejando a éste, el resto de las actividades económicas, en algunos casos puede el Estado asociarse al capital privado en empresas mixtas.

Este modelo del Nacionalismo Revolucionario tiene además su fórmula social, la alianza de clases, en vez de la lucha de clases del socialismo comunista, y en vez de la dictadura del proletariado, propone la democracia pluriclasista. En consecuencia, es este modelo (que en alguna medida está vigente desde la caída del MNR en noviembre de 1964) el que debemos postularlo para el desarrollo económico social, pero poniéndolo a tono con los tiempos actuales.

El nuevo liderazgo generacional no responde a cuestiones de edad, pues las ideologías abarcan a todos los individuos que las adopten, por encima de la edad que tengan, aunque es verdad que en ciertos períodos históricos suelen actuar grupos generacionales (la generación del Chaco que hizo la Revolución Nacional), pero responden a momentos históricos gravitantes.

Es también cierto que en este tiempo, se ha dado una crisis de liderazgo, debido al “no me importismo” sobre los asuntos públicos y la política en los jóvenes, y el abandono de la carrera política que antes comenzaba en la secundaria (Federación de Estudiantes de Secundaria), la universidad y los partidos. Hoy los jóvenes están más interesados en “ganar dinero” y pasarla bien, que en correr los riesgos del quehacer político (salvas excepciones). Además se ha “satanizado” la política debido a la corrupción y mediocridad de quienes por ahora nos gobiernan. Lo que importa es que debemos volcar esfuerzos para interesar a las nuevas generaciones en el estudio y práctica de la política, dentro de los valores de servicio y patriotismo.

No olvidemos que el actual presidente candidato de nuestro Estado, hace trece años, cuando ascendió al poder, no había llegado a los 50 años de edad, lo que nos demuestra que no es cuestión de edad, sino de cuáles ideas o tendencias profesamos.

El populismo caudillista responde a la construcción de esta corriente por intereses foráneos, originados en el Foro de Sao Paulo y el socialismo del Siglo XXI, además el populismo no tiene ideología, busca el poder por el poder y se basa en el “anti”, por eso ahora es anti capitalista, anti imperialista, anti neoliberal, anti k´hara, etc.

El Centro Boliviano de Estudios Estratégicos (CBEE) tiene estudiados no sólo una propuesta ideológica y programática, sino planes de gobierno basados en la verdadera democracia, el estado de derecho, el nacionalismo y la realidad nacional, que oportunamente los hará conocer.

El autor es abogado y politólogo.