Managua.- La tensión que vive Nicaragua por la crisis sociopolítica causada por protestas masivas contra el presidente Daniel Ortega creció ayer, luego de una noche de violencia que dejó como resultado a un niño muerto y 20 personas heridas de bala en la ciudad de Jinotega, en el norte del país.
El menor, de 12 años, murió cuando un grupo de desconocidos a bordo de una camioneta descargó disparos con armas de guerra en un barrio con manifestantes, según confirmó la Arquidiócesis de Jinotega, a 163 kilómetros al norte de Managua.
“La guardia orteguista asesina, junto a turbas paramilitares afines al Gobierno. Esta noche acribillaron a los muchachos que se encontraban en las calles, luchando por la libertad y la democracia”, publicó el Movimiento Estudiantil 19 de Abril-Jinotega. (EFE)