COMUNICABILIDADES
Últimamente, varios casos policiales se han aclarado gracias a la oportuna ubicación de cámaras de seguridad en lugares estratégicos.
Prácticamente, en cualquier ciudad del planeta existen “ojos electrónicos” que registran el movimiento, las actividades y la vida de los ciudadanos… es algo a lo que hemos tenido que acostumbrarnos.
Estas cámaras en su mayor parte están ubicadas en lugares altos, desde donde van grabando todo lo que ocurre alrededor, son como “ojos en el cielo”, a los que nada se les escapa.
Al mismo tiempo (también por seguridad), varios negocios, galerías, tiendas comerciales, etc., han instalado cámaras de seguridad para protegerse y proteger a sus clientes.
Sin embargo, lo que protege a estas empresas no es tanto la cámara, sino el famoso letrerito que dice: “Sonría, lo estamos filmando”, que sirve de “disuasivo” para cualquier extraño.
Pese a que vivimos rodeados de “ojos electrónicos”, las cámaras siguen siendo intimidantes para muchas personas, por esta razón cuando un cliente o un ciudadano se acerca a una vidriera y lee el anuncio, se comportará mejor, pero jamás sonreirá, todo lo contrario: se pondrá serio, se asustará y se alejará…
Quizá por esta razón, muchos negocios y empresas han empezado a colocar letreros que dicen: “Sonría, no lo estamos filmando”.
Curiosamente, cuando una persona lee este aviso, sonríe inmediatamente, no porque no haya cámaras (quizá si las hay), sino porque el susodicho letrero provoca en sí una sonrisa.
Por lo tanto, la moraleja es bastante clara: “si usted quiere que los demás sonrían, no basta con pedirles una sonrisa, hay que provocarles una sonrisa”.
(*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación.
(www.xperticia.net)