El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó ayer a Singapur en el Air Force One que tocó tierra en la base aérea de Paya Lebar a las 20.20 horas (12.20 GMT), después de un largo vuelo desde La Malbaie (Canadá), donde asistió este fin de semana a la cumbre del G7.
Trump saludó a las cámaras desde la puerta del avión y, a los pies de la escalerilla, al ministro de Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, y a otras autoridades locales.
Preguntado por cómo se sentía de cara a la cumbre del martes, Trump respondió que “muy bien”, pero no hizo más declaraciones a la prensa y entró rápidamente en su limusina para dirigirse al hotel Shangri-La para pasar la noche.
De acuerdo con el diario local The Straits Times, el avión del líder norcoreano Kim Jong-un aterrizó en el aeropuerto Changi de Singapur poco antes de las 15.00 horas, tiempo local.
Horas después de su llegada, Kim fue recibido por el primer ministro singapurense, Lee Hsien Loong; el encuentro se produjo en la oficina del funcionario, donde se vio a los dos dirigentes charlando amistosamente.