Ropa usada con precios más altos que prendas nuevas

El comercio de la prendería usada, que es ilegal y fomenta el contrabando, en la Feria de la zona 16 de Julio incrementó los precios a la ropa calificada de “gruesa”, ante la demanda surgida por el descenso de la temperatura en las regiones del occidente.

Las comercializadoras de ropa usada, ante la ausencia de controles, pese a la existencia de prohibiciones, no solo continúan activas en su negocio, sino que ahora incrementan los costos de este tipo de prendas internadas por el contrabando desde Chile.

PRECIOS ABUSIVOS

Las chamarras destinadas a la etapa de invierno que las denominan ropa “gruesa”, tienen el mismo valor económico o más que aquellas prendas nuevas que son elaboradas por los artesanos nacionales o importadas desde China, aduciendo la alta demanda o la existencia de una marca determinada.

“Esas chamarras son de pluma de ganso, son suaves pruébelas, están en Bs 200, hay hasta 350, dependiendo qué busca, las de montaña son más caras”, explicó una de las comercializadoras, quien bajo la excusa de que son de marca, no se da cuenta que gran parte de las chamarras puestas en oferta, son usadas, casi recién extraídas de los fardos que les distribuyen y que durante todo el día permanecen en sus puestos de venta.

INALCANZABLES

Si bien hasta el 2012 las comercializadoras de prendería usada se daban la tarea de lavar dichas prendas y hasta plancharla, hoy ese procedimiento es evadido, llegando solo a instalar las prendas ya sea en promontorios donde se selecciona por abrigos, chamarras, pantalones, sacos, entre otros.

Algunos puestos de venta utilizan los maniquís donde se colocan las prendas más “limpias” o planchadas, pero en general estas prendas usadas dejaron de convertirse en una opción para las familias de escasos recursos, quienes no pueden cancelar dichos costos.

“Los chalecos polar, están en Bs 30, 35, dependiendo cual quiere o de qué talla, los prefieren porque son calientes y es para esta temporada, ¿no va a llevar?”, consulta otra comerciante quien ofrece a los visitantes de la Feria de la zona 16 de Julio, quienes no suelen darse cuenta que algunas chaquetas del mismo material polar, son ofertados en los supermercados a Bs 30, donde una personas no solo puede evidenciar que no son usados, sino que logra adquirir con factura, aspecto que ningún comerciante de la Feria 16 de Julio logra entregar, aduciendo que es un comercio informal, pero en sus precios de este tipo de prendas son igual o de mayor costo que una prenda nueva.

VENTA PROHIBIDA

El sector de la prendería usada, si bien pretendió ser normada y luego prohibida mediante un Decreto Supremo Nº 28761 del 21 de junio de 2006, a la fecha poco o nada se logró aplicar por parte de las autoridades de Gobierno, quienes solo han permitido que este sector logre incrementar sus costos de este tipo de prendas aspecto que solo favorece a sus importadores mayoristas.

La internación vía contrabando de la ropa usada, al momento continúa inalterable, sin haber sido afectada por la Aduana y menos por las unidades militares de frontera, aspecto que uno puede evidenciar en la Feria de la 16 de Julio, donde al interior de las mismas casas, se muestran a puerta abierta el comercio de fardos de ropa usada.

En tanto la población que busca prendas abrigadas en temporada de invierno, debiera optar por recurrir a otro tipo de comercio, como las mañaneras instaladas en la avenida Tumusla y Buenos Aires o si prefiere una prenda con factura acudir a los supermercados, espacios que permiten ofertar diferentes prendas en cada estación del año.