Cuatro vientos
Tiempo atrás, en una nota especial de EL DIARIO, Marco Montoya Rivera, ingeniero militar, denunció una posible catástrofe por la súper explotación del famoso Cerro Rico de Potosí.
Merece la pena recordar su veredicto, en particular ahora, en junio 2018, cuando nuevamente cunde alarma respecto al derrumbe de este cono histórico, aún repleto de minerales estratégicos.
Estas serían las consecuencias fatales, dijo, para los habitantes de la Villa Imperial en caso de que colapse el Cerro, basándonos en el estudio geodinámico realizado por el Instituto Geográfico Militar, por encargo de la Unesco para Comibol: 1.- En caso de un asentamiento, los problemas que pudieran darse de inmediato: a).- Sería como si explotara una bomba atómica 100 veces más grande que la bomba que arrasó Hiroshima; b).- Ante la catástrofe, 5 mil a 10 mil mineros que trabajan en el Cerro desaparecerían inmediatamente; c).-La ciudad, por su particularidad (calles angostas), estaría sentenciada a desaparecer instantáneamente; d).- Los ingenios mineros de la Villa imperial, por la falta de infraestructura adecuada a la seguridad industrial, verterían todos los químicos que utilizan en el proceso de flotación del mineral que trabajan, contaminando las aguas que son nacientes del Pilcomayo; e).- Los ingenios mineros grandes que se encuentran detrás del Cerro Rico también colapsarían, causando grandes desastres ante la contaminación con cianuro, parte o toda la cuenca del Pilcomayo, llegando inclusive a contaminar los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Tarija y llegar tal vez hasta Argentina y Paraguay, provocando un desastre ecológico de dimensiones insospechadas.
Prosiguió el ingeniero Marco Montoya Rivera: 2.- Estas hipótesis pueden hacerse realidad y es imprescindible el monitoreo geodinámico del Cerro Rico de Potosí para prever con cierta anticipación el fenómeno del colapso.
Francamente, creo que de suceder esta catástrofe, los que se beneficiarían, pese al dolor de la familia boliviana, y de las familias paraguaya y argentina, serían las transnacionales con la extracción de ingentes riquezas que en sus entrañas oculta el Cerro Rico de Potosí, concluyó.
Las advertencias del ingeniero militar no habrían sido tomadas en cuenta, pues se sabe por voceros que se estaría rellenando la parte superior del Cono. El Cerro Rico continúa, según expertos, con su imperceptible deslizamiento.
En 1987, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró a la Ciudad de Potosí y al Cerro Rico patrimonio de la humanidad.
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