Ni cientos de “honoris causa” harán un honesto título universitario obtenido con sacrificio y esfuerzo”, enfatizan universitarios pobres que logran titularse de alguna universidad para lograr un “cupo” en el mercado de trabajo. Ese énfasis viene a colación por el “doctor honoris causa” recibido por el vicepresidente Álvaro García Linera por parte de la Universidad de Aquino de Bolivia (Udabol) y que ha generado una ola de críticas en las redes sociales. Es más, la protesta llegó, incluso, a las puertas de dicha institución.
Admito que García Linera tiene capacidad en el ámbito académico y, sobre todo, una labia sofisticada (pero -inexperto- no puede codificarla a lenguaje popular para acercarse al pueblo). Causa estupor que con toda esa “sapiencia”, enfatice que los “robos” al banco de los bolivianos: el Unión, son normales. Extrañó que no recurriera a acusar a la omnipresencia y “garra del imperio”, a la derecha, etc., lo que denota que los miles de libros leídos los “comprendió” (¿?), como dice Paulo Freire, “bancariamente” (de memoria). De ahí, precisamente, su personalidad y que la academia -que él cree odiar- se demuestra en su labia filo alienada, que le permiten su pose de odio a los k’aras; al extremo de recurrir una y otra vez a “extirpar” el alma del “enemigo”, ¿los bolivianos que no comulgamos con la religión del MAS y su forma de gobierno?
Esa su labia –en ocasiones- es usada para arengas simplonas, alegatos vacíos de contenido, demagogia pura, que devalúa su sapiencia (léase, sabiduría) y demuestra su desconocimiento de la Bolivia profunda. Es más, no conoce mucho de la comunicación popular (casi como el Sr. Hugo Moldis o Rene Martínez y muchos adláteres del MAS) que lo aleja del pueblo. Volviendo al “título”, no quepa duda que él tiene la capacidad de elaborar una tesis que le permita ser Licenciado. Casi estoy convencido de que -dada la laxitud y abulia de las universidades públicas y privadas- él podría elaborar “su” tesis (para ser licenciado) máximo en tres meses. El problema, probable, es que no es siquiera egresado, similar a Evo Morales que ostenta varios “doctorados honoris causa”.
Para optar el “doctor honoris causa” hay algunos requisitos básicos a cumplir: 1) el “homenajeado” no debe –necesariamente- ser licenciado, 2) debe demostrar su honor, 3) es por agradecimiento y 4) no tener ninguna conexión con la universidad que otorga el “título”. En este caso, el “titulado” no es licenciado, como presumió en su momento el Vice”. Esa consecuencia el requisito de “Honor” no lo cumple, es decir “un mentiroso no puede ser honorable”. Que haya hecho algo a favor de Bolivia no se advierte, excepto que hubiera hecho alguna donación a la Udabol, probablemente por ello el “título”. En contrasentido, ha escindido a k’aras y t’aras, “hermanado a explotadores y explotados, insulta al sentenciar que el mundo y el sol van a desaparecer, esconder si Evo no es “apoyado”. Otro requisito: el “titulado” no debe tener conexión con la Universidad “tituladora”: el Rector de la Udabol (que en su momento ya tituló a su madre) es el gerente de “mi teleférico” que administra más de $ 800 MM de los bolivianos, entonces ¡sí hay conexión! Por último, la Udabol no tiene programas de doctorado, ¿entonces, por qué el “título”? Simple: el “honoris causa” ha sido devaluado, al extremo de que -como se dice popularmente- ahora se otorga por “llunkerío”.
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