Marchas causan destrozos y pérdidas económicas

La condición de sede de Gobierno de la ciudad de La Paz la torna también en epicentro de las movilizaciones sociales con fines reivindicativos, lo que deja como saldo pérdidas económicas y daños al ornato público.

El uso de dinamitas, gases lacrimógenos, destrozos de rejillas de protección, además de la destrucción de postes y daños al ornato público perjudican la imagen de La Paz, que fue reconocida como una de las ciudades “Maravilla” del mundo.

Las marchas que indistintamente sean convocadas por el Gobierno, la oposición o los sectores sociales (gremiales, mineros, maestros, universitarios y otros) provocan destrozos al ornato público y zozobra en la población, que debe escuchar insultos y experimentar golpes, gasificaciones y caos vehicular.

En la ciudad de La Paz no hay día que no se presenten las marchas de protesta, jornadas de acullicos de coca o proclamaciones de candidatos, que terminan en excesos, con gente ebria en los parques, basura, restos de petardos, vidrios rotos, rejas destrozadas, jardines pisoteados, entre otros.

“Si pudiera me iría a otra ciudad, es el colmo que todos los días se presenten marchas. Yo vendo dulces y cuando hay marchas prefiero cerrar mi puesto, porque una vez personas inescrupulosas me robaron todos mis productos”, se quejó una de las vendedoras de la avenida mariscal Santa Cruz.

En las últimas semanas, los estudiantes de la Upea iniciaron movilizaciones diarias y volvieron a “sitiar” la ciudad, lo que derivó en gasificaciones y violentos enfrentamientos con la Policía, hechos que ponen en peligro la integridad física de los niños y personas mayores.

EL DIARIO evidenció que los marchistas, casi siempre, convierten las vías públicas en mingitorios, basureros, destrozan las plantas, pisotean las jardinerías, a lo largo y ancho de su recorrido, lo que afecta negativamente la imagen de La Paz.

CALLES DAÑADAS

Las movilizaciones, que por lo general llegan hasta el centro de la ciudad, dejan a su paso destrozos y grandes cantidades de basura. Cuando las marchas llegan desde El Alto y recorren las avenidas Naciones Unidas, Kollasuyo, el sector del Cementerio, la Garita de Lima, la Tumusla, la plaza Eguino, la calle Pando, la avenida Montes, San Francisco y la avenida Camacho, quedan completamente afectadas, lo que representa grandes pérdidas materiales y perjuicios sociales.

En las últimas movilizaciones, los mayores destrozos se produjeron en la Plaza San Francisco, las calle Comercio, Colon y otras del centro paceño. A la altura del Obelisco, los marchistas pisotearon las jardinerías por escapar de la represión policial.

Desde la Dirección de Obras Públicas de la Alcaldía se informó que los costos económicos de los daños al ornato público y la basura que se genera en cada marcha deben ser canceladas con el presupuesto de la Municipalidad, el mismo que proviene de los impuestos de todos los paceños.

SONDEO DE OPINIÓN

Rosa Chambi:

“Vendo dulces, papas fritas y otros productos en mi puesto, pero estas marchas perjudican, no nos deja vender nada, la gente se escapa y se vacían las calles. Mis compañeras y yo nos vemos obligadas a cerrar nuestros anaqueles, porque también nos roban”.

Mario Marques:

“Es el colmo, los sectores sociales para cualquier reclamo llegan hasta la ciudad de La Paz para marchar y en su intento de hacerse oír destrozan los jardines, las aceras y las calles, como si eso no costara arreglar; y ¿de dónde sale el dinero?, de nuestros impuestos”.

Sergio Esteves:

“Está bien que marchen, pero que no se ensucie la ciudad; los manifestantes comen y botan las cascaras por todo lado, además dejan petardos, piedras y otros desechos en las calles, lo que malogra la imagen de nuestra querida ciudad de La Paz”.

René Condarco:

“Igual paso con los pobladores de Achacachi, cuando llegaron y se quedaron por tres meses en la ciudad de La Paz; a su turno otra protesta gremial también dañó la ciudad, pero ninguna autoridad municipal o nacional les dice nada al respecto”.