La selección de Rusia puso rumbo a los octavos de final con su segunda goleada del Mundial, un 3-1 al Egipto de Mohamed Salah, que marcó un gol de penalti en su debut mundialista y ve cómo pasar de ronda se convierte casi en un imposible con dos derrotas en dos partidos.
El conjunto ruso confirmó que su efectividad de cara a puerta no fue flor de un día contra Arabia Saudí, ya que endosó tres tantos en los primeros 17 minutos de la segunda mitad a los ‘faraones’, lo que lo pone muy cerca de la fase eliminatoria, de la que solo un improbable triple empate a 6 puntos con Uruguay y Arabia, con goleadas por medio, lo sacaría.
Los de Stanislav Cherchesov siguen de fiesta, llevan ocho tantos en dos partidos de su Mundial, lo que es un récord para una anfitriona desde Italia 1934, y cuentan con dos futbolistas de dulce: Denis Cheryshev y Artem Dzyuba. Los dos volvieron a ‘mojar’ este martes, tras el tanto inicial en propia meta de Ahmed Fathi.