COMUNICABILIDADES
En un canal local, antes de pasar la serie “Los Simpsons”, difunden un pequeño mensaje que recomienda la presencia de adultos responsables para orientar o evitar que los pequeños vean este programa.
Sin embargo, recientemente estuve en un restaurante, cuyos propietarios estaban completamente afanados en el trabajo de atender a sus clientes, mientras sus 2 niños estaban literalmente “pegados” a la pantalla del televisor, viendo con mucha atención la susodicha serie.
Quizá los jóvenes (arriba de 12 años) puedan entender las bromas, las frases con doble sentido, los mensajes abiertos o encubiertos de esta serie, pero los niños no.
Sé que muchos jóvenes y adultos disfrutan de esta serie (particularmente, a mí nunca me gustó). Si alguna vez he visto ciertas escenas de los Simpsons, ha sido en restaurantes o comercios, obligado por las circunstancias.
En esta serie no hay conductas a imitar, pues se retrata a una familia bruta, donde el padre simboliza la ignorancia, el atrevimiento e irresponsabilidad y, en muchos capítulos, la madre representa la sumisión femenina.
Dejar que los niños vean esta serie es prácticamente una irresponsabilidad por parte de los adultos.
Sin embargo, en el restaurante al que fui, los padres estaban tan ocupados, que se habían olvidado de sus hijos… o, mejor dicho, estaban aliviados porque sus niños estaban (momentáneamente) en silencio y no estaban interfiriendo con su trabajo.
Obviamente que trabajar es importante, pero educar a los hijos es también un trabajo (a tiempo completo), es una tarea apremiante y mucho más trascendental porque definirá las personalidades de los pequeños.
(*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación.
(www.xperticia.net)