“Papas de color” podrían prevenir contra el cáncer

El cultivo de papas y otros tubérculos es preocupación de todos los países porque la cada vez mayor necesidad de alimentos determina que organismos especializados y científicos estudien la variedad y calidad de productos que signifiquen garantizar una buena y permanente alimentación. Hace pocos días, el Instituto Nacional de Innovación Agraria del Perú (INIA) “estudia las características y virtudes de cada una de las variedades de papas para clasificarlas y desarrollar otras nuevas que puedan producirse a gran escala; este sería el caso de las llamadas “papas de color”, como el rojo, morado, negro, naranja o amarillo, no sólo son idóneas para enfrentar el cambio climático sino que pueden prevenir la desnutrición y el cáncer” (ED 7-6-18).

Las conclusiones logradas en el Perú, por parte de algunos científicos asentados “en la estación de Zurite, situada en la región andina del Cusco a 3.400 metros de altura”. Actualmente, “en la estación experimental del INIA hay cultivadas 1.251 variedades de papas nativas de las regiones peruanas de Ancash, Cusco, Puno y Apurimac para ser estudiadas e incluidas en el Registro Nacional de la Papa Nativa”, señala la información que muestra, una vez más, que la papa es un tubérculo con múltiples aplicaciones en la alimentación humana.

Hace varias décadas, en nuestro país, el sabio Martín Cárdenas dio a conocer resultados de estudios realizados por él conjuntamente sus colaboradores de diversas variedades de papas que se producen en el país; entonces se habló de las papas amarillas, moradas y otras con diversos tintes que, según el profesor Cárdenas, poseían “virtudes y condiciones aptas y necesarias para el consumo humano” y que la continuación de esos estudios “no debería descuidarse y ser los organismos de los gobiernos los que se aboquen a continuarlos hasta lograr conclusiones que permitan cultivos masivos del tubérculo”.

Desde entonces, década de los años 50, se ha sostenido siempre la urgencia de que las universidades -especialmente San Simón de Cochabamba- con escuelas de ingeniería agraria, se aboquen a estudiar y perfeccionar o completar lo estudiado por Martín Cárdenas; lamentablemente, nunca se supo si efectivamente las casas de estudios superiores habrían investigado las bondades alimenticias y médicas de la papa.

El sabio Martín Cárdenas ha sostenido que la variedad de papas, al margen de más de 260 investigadas, es muy grande; pero, “es urgente una dedicación mayor, con personal calificado y apoyo gubernamental para alcanzar resultados óptimos”. Ahora, ante los resultados logrados en el Perú por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), sería conveniente que estudiosos e ingenieros agrónomos tomen los contactos del caso y, en lo posible, realizar investigaciones porque toda la región altiplánica y de los valles permite el cultivo de mucha papa, pero, como no hay dedicación plena al caso, es difícil lograr resultados.