Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea (UE) mantienen la esperanza de lograr un acuerdo común sobre inmigración después de que la cumbre informal celebrada ayer en Bruselas haya permitido a los dieciséis países participantes forjar un primer consenso sobre los puntos clave para abordar el problema.
La reunión se ha cerrado sin un acuerdo concreto o declaración conjunta sobre el papel, pero al término de la misma la impresión compartida era la de un encuentro útil para intercambiar posturas y avanzar en la búsqueda de consenso.
“Hemos encontrado más puntos de unión que de discrepancias”, resumió a su salida el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien consideró que el encuentro supone “un paso adelante” de cara a encontrar un solución común.
En la misma línea, el presidente del Gobierno francés, Emmanuel Macron, se mostró satisfecho de que se haya logrado un “primer consenso” sobre la necesidad de abordar tanto la dimensión externa como interna de la cuestión.
Este consenso gira en torno a tres pilares: la necesidad de trabajar más con los países de origen y tránsito de la inmigración, mejorar la protección de las fronteras exteriores, y reformar los procedimientos de asilo, entre otras cosas, para atajar la migración secundaria por la que los demandantes de protección se trasladan de un país a otro en la UE.
Según explicaron fuentes comunitarias, los países están de acuerdo en que debe cubrirse el “agujero de financiación” en su cooperación con terceros países.
En este sentido se comprometieron a abordar partidas que aún no se han desembolsado dentro de programas que ya existen, en concreto, una de 500 millones de euros para el Fondo Fiduciario de la UE para África y el
segundo tramo de su acuerdo migratorio con Turquía, de 3.000 millones de euros.
El objetivo general es mejorar la cooperación con los países de origen y tránsito de los inmigrantes, algo que según recordaron algunos líderes ya se ha hecho con Turquía o el Norte de África logrando reducir las llegadas hacia Europea.
En cuanto a las fronteras, los países están de acuerdo en reforzar la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la ampliación de las competencias de la Oficina Europea de Ayuda al Asilo (EASO).
Los líderes se comprometieron así a acelerar los trámites de las propuestas para reformar el sistema de asilo europeo que están sobre la mesa desde 2015.
En concreto, esperan cerrar cinco de ellas este mes de julio: la relativa a la agencia de asilo, a la homogeneización de las condiciones de reasentamiento de refugiados, para la mejora de la base de huellas dactilares Eurodac, la de condiciones de recepción de inmigrantes y la que armonizará los estándares de protección que deben recibir los refugiados.
No obstante, permanecen sin fecha concreta ni acuerdo entre los países la reforma del sistema de Dublín o sobre los procedimientos de asilo, los cambios que se consideran imprescindibles para atajar las deficiencias que se revelaron con la crisis de refugiados de 2015.
Los líderes discutieron además una propuesta francoespañola para crear centros controlados en países de la UE en los que desembarquen los inmigrantes.
Sobre la mesa estaba también el plan italiano, que aboga por crear centros en países fuera de la UE en los que se decida de antemano quien tiene derecho al asilo y quién no, de modo que se eviten las salidas hacia Europa.
Fuentes comunitarias explicaron que este nuevo concepto de plataforma seguirá presente en el debate, pero que instituciones y Estados deben ahora estudiar ambas posibilidades para ver cómo pueden hacerse operativas conforme al derecho internacional.
Tanto Alemania, que necesitaba dar señales de acuerdo europeo a su ministro de Interior, que demanda una política migratoria más restrictiva, como Italia, que amenaza con no acoger más barcos si no recibe ayuda de sus socios, se mostraron satisfechos con el encuentro.
“Estamos de acuerdo en que no se puede dejar solos a los países que reciben la mayor carga de inmigrantes”, dijo la canciller alemana Angela Merkel, quien precisó, no obstante, que no se puede permitir que “las mafias o los peticionarios de asilo” decidan dónde formulan su solicitud, sino que eso debe regularse.
El nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se mostró “decididamente satisfecho” con el encuentro y dijo que el debate migratorio ha tomado “la dirección correcta”.
El consenso logrado ayer recoge la idea defendida por Roma de que los desembarcos en sus costas o en las españolas son desembarcos en Europa y por tanto responsabilidad de todos, aunque está por ver cómo se plasma este principio en las reformas.
Las instituciones trabajarán en los próximos días sobre estos puntos de consenso de cara a la cumbre a Veintiocho del próximo jueves y viernes, en la que esperan ampliar este acuerdo. EFE
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